Aquella audiencia privada sobre Jaime Cuevas era un presagio

* El ex candidato a la Presidencia de Bahía de Banderas solicitó la protección de la justicia federal, advirtiendo que se giraría orden de aprehensión.

* (Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit, por mínima vergüenza)

 

Hace dos semanas, jueves 23 de mayo, el ex presidente municipal de Bahía de Banderas, Jaime Alonso Cuevas Tello recibió un fuerte aviso: fue citado a una audiencia anunciada como de revisión de medidas cautelares para el sábado 25, lo que efectivamente sucedió en el Centro Regional de Justicia Penal en Tepic.

Sin embargo, informó en su momento este reportero, la audiencia tuvo algo singular: se efectuó sin público, de manera privada, a propósito de un expediente en que a Cuevas se le atribuiría su probable intervención en el delito de tráfico de influencias, iniciado en el 2022, tocante a permisos irregulares de alcoholes.

La preocupación del entonces candidato del PAN, PRI y PRD a la alcaldía era latente: temía ser detenido, aunque pudo regresar a Bahía de Banderas durante la tarde de ése sábado 25.

Unos días antes de la elección del dos de junio, Cuevas interpuso un juicio de amparo que recayó en el Juzgado Primero de Distrito y, durante la presente semana, otro amparo ante el Juzgado Segundo de Distrito, solicitando la protección de la justicia federal y advirtiendo que se le libraría una posible orden de aprehensión.

Con todo ello, la tarde de este jueves seis se pretendió ejecutar –o se hizo- una orden de captura en contra de Cuevas, que habría sido citado a una audiencia en un juzgado en Bucerías, municipio de Bahía de Banderas, por un expediente diverso al que se ventila en Tepic, más sin embargo ingresó a un hospital particular por aparentes complicaciones de salud, aunque era evidente un operativo de agentes estatales en torno a su persona.

De hecho, este jueves se conocieron por redes sociales videos en torno al operativo en el interior del nosocomio, y de cómo decenas de personas intentaban evitar el ingreso de los agentes, además del reclamo de que se lanzó gas lacrimógeno en el interior.

Con todo ello, la audiencia privada del 25 de mayo era un presagio de lo que sucedería.