* “A veces digo: ‘bueno, ¿qué estoy haciendo aquí?’, pero me gusta, disfruto estar aquí y enseñar y una de las alegrías que más siento es que muchos de mis estudiantes son gente de bien, que me superaron.”
Hace 53 años, la Preparatoria 6 de la naciente Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), ubicada en Ixtlán del Río, enfrentó la falta de un maestro para impartir la clase de química. El director Roberto Coronado Rivera preguntó entonces a Carolina Adela Cervantes Cortina, estudiante de la Universidad de Guadalajara (UdeG), si podría ayudarle a impartir la materia puesto que precisamente ella estudiaba química.
La joven que cursaba el segundo año en la UdeG aceptó el desafío y el 30 de octubre de 1970 –un año después del nacimiento de la UAN- fue su primer día laboral en la que desde aquel momento ha sido como su casa, aunque se le tuvo que adaptar el horario: se iba de Ixtlán del Río a Guadalajara el domingo y regresaba el viernes para dar clases por la tarde, lo mismo que el sábado en la mañana.
La maestra Carolina no sólo es la de mayor antigüedad en la Universidad, sino que continúa impartiendo clases, y aunque ya no en la Preparatoria 6, sí en la Unidad Académica de Ixtlán del Río de la UAN, de la que los últimos cinco años ha sido directora y cuenta con las carreras de Ciencias de la Educación, Derecho, Psicología, e Informática.
Este lunes, en un encuentro con este reportero en la Biblioteca Magna de la Universidad, la maestra comenta que durante 27 años impartió la materia de química y, tras la creación de la Unidad Académica del Sur, ahora de Ixtlán del Río, fue coordinadora de Informática y Estadística, además de formar parte de la primera generación de egresados de Derecho, lo que le permitió litigar y dar clases de ese ramo: en la actualidad imparte las materias de procesal fiscal, acciones civiles y política educativa, esta última en la carrera de Ciencias de la Educación.
La maestra llegó a Ixtlán del Río a los siete años con cuatro hermanas más pequeñas y al lado de su mamá Piedad Cortina Castro, tras la muerte de su papá José Sergio Cervantes Barclair, en Xalapa, Veracruz. Se hicieron cargo del restaurante “Veracruz”, donde ahora se encuentra la Caja Mexicana.
Cursó la Preparatoria 6 en el Instituto de Ciencias y Letras del Estado de Nayarit, antecesor de la Universidad.
“Para mi es un gusto ver como ha crecido la Universidad en estos años, en su infraestructura, sus instalaciones; conozco todas sus unidades académicas del estado y tenerlas en muchas partes es muy bueno para que todos los jóvenes puedan estudiar. Yo creo que una época muy bonita donde la Universidad arrancó y significó lo que es ahora fue con el maestro Germán Rodríguez en la Rectoría. Es un pilar, junto con el doctor Julián Gascón Mercado.”
De la rectora Norma Liliana Galván Meza señala que la ve bien, trabajando en hacer el mejor papel posible, aunque todavía advierte resistencias para dejarla crecer por todos los problemas que arrastra la UAN de muchos años. Cree que en los cerca de cinco años que aún le quedan en la Rectoría irán haciéndose sentir los cambios que la rectora va impulsando.
Tan sólo ejemplifica que durante décadas se crearon fundos familiares al interior de la UAN, tanto de maestros como de trabajadores administrativos, pero es un mal que se heredó, que ahora está cambiando y que además es exigido por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Si bien señala que el universitario en lo general debería ser mejor pagado, también advierte que se necesita un mayor compromiso laboral de muchos que estaban acostumbrados a inercias sin que hubiera repercusiones. Por ejemplo, en los últimos meses se han aplicado descuentos a docentes que sin justificación incumplían con sus horas de trabajo, aspecto que se ha ido mejorando.
Añade que ella misma debe justificar el por qué estuvo en Tepic este lunes, para acompañar a un grupo de estudiantes a un evento, y justo antes del mismo pudo atender a este reportero.
“En los últimos cinco años, como directora, me ha tocado vivir lo más álgido de mi carrera en la Universidad: la pandemia del Covid, el atender este cambio complicado de las ocho horas con los maestros, el retiro de varias cláusulas del contrato colectivo de los sindicatos. Todo de repente y a veces digo: ‘bueno, ¿qué estoy haciendo aquí?’, pero me gusta, disfruto estar aquí y enseñar y una de las alegrías que más siento es que muchos de mis estudiantes son gente de bien, que me superaron, que han sido funcionarios y buenos profesionistas. Por mencionar uno, Alfredo González Cambero, que trabaja para la UNESCO –la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.-
Entre las muchas anécdotas que la maestra Carolina recuerda de estos 53 años fue que a través de la materia de Desarrollo de la Comunidad se propusieron mejorar el acceso a la Preparatoria 6, donde fue subdirectora, y con los estudiantes trajeron en góndola del río Grande la piedra que era necesaria.
“Estuvimos yendo por la piedra los sábados. Pintábamos la escuela cada semestre. Cuando se creó la Unidad Académica nos dijeron que los estudiantes nada más cursarían dos años y los restantes de su carrera tendrían que venir a las escuelas de Tepic; entonces un día nos venimos en un camión con un grupo de estudiantes. Nos trajimos a una alumna que ya tenía un niño para que se vieran las dificultades. Vino Héctor Estrada, coordinador de Derecho, y yo como coordinadora de Informática y Estadística. Se logró que las carreras fueran completas en nuestra Unidad Académica, donde en la actualidad contamos con 220 estudiantes, principalmente de Ixtlán del Río, Amatlán de Cañas, Jala, Ahuacatlán, pero no sólo de las cabeceras municipales sino de los pueblos de la región, incluso algunos de La Yesca, de Jalisco, o que son originarios de otros estados como Guerrero.”
En opinión de la directora, la Universidad necesita tener mayor difusión de las cosas que hace en beneficio de la sociedad: “que se sepa más lo que estamos haciendo, porque mucha gente no lo sabe o le queda nada más lo negativo.”
Señala que en el Ayuntamiento de Ixtlán del Río los estudiantes de Derecho cuentan con un bufete a través del cual orientan a los ciudadanos en aspectos jurídicos, guiados por maestros. O bien los alumnos de Psicología que prestan su servicio social y prácticas donde el Sector Salud les asigna.
“Yo quisiera, ojalá lo lográramos, que los que trabajamos en la Universidad la sintiéramos como una parte de nosotros, no sólo un trabajo para venir por el centavo.”
Entre los muchos recuerdos que guarda está la de una época en que se efectuó un cambio en el plan de estudios de preparatoria y debían intercambiar puntos de vista los maestros de planteles del sur: Bahía de Banderas, Compostela, Ixtlán del Río y Ahuacatlán, por lo que periódicamente se visitaban entre sí, o una ocasión en que al salir de una reunión en la Preparatoria 1, ya por la noche, el vehículo en que se trasladaba junto a otros universitarios tuvo que ser escoltado, con un carro adelante y otro atrás, para evitar que integrantes de la Unidad Liberal Benito Juárez intentaran hacerles daño.
También hizo referencia a entrevistas con el presidente municipal Ezequiel Parra Altamirano por el problema que representaba un baldío frente a la Preparatoria 6, con la presencia de vehículos manejados a alta velocidad, por lo que se construyó la plaza Juárez y, añade, los estudiantes ayudaron a bajar el adoquín llevado en camiones.
En la Unidad Académica de Ixtlán del Río se imparten clases regularmente de ocho de la mañana a ocho de la noche.
“Yo estoy más o menos de nueve de la mañana a dos de la tarde, y de las cuatro o 4:30 hasta las ocho.”
- En la noche, ¿usted es la que cierra la escuela?
- Sí, yo soy la que cierro.
Sí, así me la imagino.
(Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)
La histórica maestra universitaria Carolina Cervantes: 53 años impartiendo clases
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