Van por robo de contraseñas de correo electrónico

* El usuario recibe un mensaje falso en su correo y se le hace creer que necesita confirmar información o perderá su dirección electrónica en las siguientes horas.

* (Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit, por mínima vergüenza)

 

Los repetidos avisos que pueden leerse en redes sociales, de personas que advierten que sus cuentas son blanco de hackeo, se han convertido en un problema que va en aumento.

Según denuncia de las víctimas, una constante es que a nombre de ellas los delincuentes que tienen la clave de acceso a redes, como Facebook, piden dinero a sus conocidos, préstamos, justificando una emergencia, por lo que en ocasiones logran obtener alguna suma de dinero.

Otra situación ilícita se está presentando con el robo de la contraseña para acceder a correos electrónicos.

La táctica que se utiliza es infundir miedo: el usuario recibe un mensaje falso en su correo electrónico y se le hace creer que necesita confirmar información de seguridad o bien perderá su dirección electrónica en las siguientes horas; se le pide entonces, en un nuevo paso, ingresar su correo y contraseña y enviarlos, pero el asunto es que, aunque pareciera que se tiene contacto con la empresa Microsoft, en realidad son delincuentes.

Por lo tanto se orienta no hacer caso a estos mensajes o buscar orientación de personas de mayor conocimiento en esos temas.

Precisamente a partir de infundir miedo se han cometido secuestros virtuales, haciendo creer situaciones de peligro inexistentes.

Otra situación similar tiene que ver con lo relacionado con cuentas bancarias. Autoridades de seguridad han insistido no proporcionar números de cuenta u otra información por teléfono, cuando se reciban llamadas y algún sujeto se haga pasar como funcionario bancario y comente que se está produciendo un extraño retiro de efectivo.

En realidad lo que el delincuente busca es que se le faciliten los números de la cuenta.

Las autoridades piden que las llamadas sean terminadas y acudir personalmente a una sucursal, o bien, que sea el cliente quien se comunique a la institución bancaria.