El notario Arturo Luna se queda en penal por tráfico de influencias y uso de documentos falsos

* Un juez sintetizó el fallo: a su consideración, en testamento a favor de Luna López se asentaron como ciertos hechos falsos, porque la anciana María Guadalupe Zamorano ya era una persona incapaz.

* (Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit, por mínima vergüenza) 

 

Arturo Luna López, notario público número seis con oficinas en Tepic, fue vinculado a proceso por los probables delitos de uso de documentos falsos y tráfico de influencias en agravio de los hijos de María Guadalupe Zamorano Aguirre, ya fallecida, así como en agravio de la sociedad.

Durante la tarde de este viernes, al terminar de resolver la situación jurídica de Luna López, un juez de Control autorizó un plazo de tres meses de investigación complementaria, pero también explicó que lo decidido no prejuzga ni significa que se le haya encontrado culpable, pues ello en todo caso se decidiría en un juicio oral.

El notario público se encuentra con la medida cautelar de prisión preventiva justificada, por lo que nuevamente fue trasladado a la penal de Tepic.

Seguramente en los próximos días se tramitará algún recurso buscando que haya un cambio de medidas que le permitan enfrentar el asunto en libertad.

La resolución del juez, que le llevó poco más de tres horas luego de escuchar a las partes involucradas –la imputación fue el lunes-, desmenuzó que, aún cuando un perito concluyó que la firma en un testamento que dejó al notario como único heredero de los bienes de María Guadalupe Zamorano, de fecha 17 de octubre del 2006, sí correspondería a la firma de la señora, expuso que hay una serie de hechos arrojados por la investigación que acreditan que algo simplemente no cuadra.

Para empezar, recordó que tres distintos especialistas en medicina revisaron a la señora entre agosto y septiembre del 2010 –ella murió el 17 de febrero del 2016, a la edad de 97 años; nació el 12 de diciembre de 1918-, y concluyeron que se trataba de una persona con un deterioro mental, sin capacidad legal para decidir, con Alzheimer, y que ello debía tomarse en cuenta desde cuatro años antes, lo que alcanza al citado octubre del 2006, época en que la ahora fallecida rondaba los 87 años, ya no veía bien y había tenido caídas.

De acuerdo con el análisis del juez, probablemente la señora María Guadalupe no supo qué firmó, porque en años anteriores fueron encontrados por sus hijos documentos favorables a Luna y que, cuando se lo preguntaron, ella pidió que inmediatamente fueran revocados.

El juez de Control aclaró que a él no le compete decir si es nulo o no el testamento, sino a diversa autoridad en materia civil, pero sí le dio la razón a la Fiscalía General del Estado (FGE) en el sentido de que podrían haber sido plasmados datos que no correspondían a la voluntad de la anciana, con seis hijos, más de 30 nietos y otros tantos bisnietos.

¿Por qué heredar a un notario y no a sus hijos y demás familiares?

Otro dato que fue destacado es que el testamento oficialmente elaborado en la notaría 8 a cargo de Héctor Eduardo Velázquez Gutiérrez, presentó inconsistencias como el hecho de que quedaron dudas sobre con qué documentos se identificó a la señora.

 

Como ya fue explicado en una nota del lunes reciente, minutos antes de las cuatro de la tarde del 15 de diciembre del 2016, Luna López interpuso un juicio sucesorio testamentario en el Juzgado Cuarto Familiar ubicado en Xalisco, a cargo entonces del juez Braulio Meza Ahumada, quien tiempo después se vio involucrado en el escándalo de juicios ficticios del caso INFONAVIT.

Así, el 16 de diciembre, último día hábil en el Poder Judicial del Estado, se concluyó el expediente en su totalidad, algo que -incluso se bromeó este viernes durante la audiencia- cumplió a cabalidad con una justicia pronta y expedita; es decir, simplemente fue algo rarísimo, sin precedente.

El propio juez de Control señaló que se trató de una situación sui géneris y que da pie a estimar que hubo un tráfico de influencias, considerando que se trataba de un notario público que quedó como único heredero. Y sobre por qué tanta prisa, advirtió que  probablemente fue para evitar que se dieran cuenta los hijos de la ahora occisa, puesto que estos acudieron al Juzgado Cuarto hasta principios de enero del 2017 a preguntar qué estaba sucediendo.

Otra situación precisada es que el 30 de diciembre del 2016, en la notaría número 8 se efectuaron escrituras a nombre de Luna López de inmuebles que habían sido de la anciana, ubicados por la calle Puebla en el centro de Tepic, en uno de los cuales hace muchos años estuvo la conocida ferretería El Águila.

En cuanto al delito de usurpación de identidad equiparada, el juez decidió no vincular a proceso al notario Arturo Luna porque la agencia ministerial no le dijo en concreto qué documentos usó en este supuesto: ¿un acta de nacimiento?, ¿una credencial de elector?, sino que realizó una narrativa generalizada.

En la parte final, el juez sintetizó el fallo, explicando que, a su consideración, en el testamento a favor de Luna López se asentaron como ciertos hechos falsos, porque la señora María Guadalupe Zamorano ya era una persona incapaz.

Luego, tras su muerte, el documento fue ingresado al Juzgado Cuarto y el 16 de diciembre se decretó que era el único heredero y, por lo tanto, albacea, lo que dos semanas después le permitió tener dos escrituras con los bienes de quien durante muchos años fue su clienta.

En la audiencia estuvieron presentes los hermanos Mauro y Luz María Navarro Zamorano, hijos de María Guadalupe, acompañados por sus asesores. También acudieron asesores de otros familiares.

El juez pidió que fueran citados ante el micrófono los nombres de los hijos de la señora, puesto que son la parte agraviada, lo mismo que la sociedad, y por ello acudió una abogada asesora.

El notario público continuó reservándose el derecho a declarar sobre los cargos. En todo momento estuvo haciendo anotaciones de cuanto se decía.