Dos psicólogas de la UAN explican la atención disponible para estudiantes

* “¿Qué es lo que nosotros hacemos aquí?: orientar a los chicos para que con sus propios recursos encuentren como afrontar las situaciones y no verlas como sufrimiento o como problemas.”

* (Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit, por mínima vergüenza)

,

Las psicólogas Loren Viridiana Alvarado Flores, Karla Rebeca Silva Talamantes, Vanessa Gómez Castillo y Jocelyn Itzel Silva Zatarain laboran en el  Centro de Atención al Bienestar Estudiantil, mejor conocido como TU-Bienestar, que entre otras tareas se encarga de dar orientación psicológica y pedagógica a estudiantes de nivel profesional de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) que lo solicitan.

Responsable del programa, Loren Viridiana precisa a este reportero que entre agosto y diciembre del año pasado se atendieron a 83 estudiantes de diferentes unidades académicas:

“Hacemos hincapié de que los estudiantes acudan a su psicopedagógico, que aprovechen este servicio, sabemos que esto de la salud mental tiene poco en que va abriéndose porque de pronto todavía es como un tabú.”

De acuerdo con su explicación, TU-Bienestar trabaja bajo cuatro niveles de atención, los cuales permiten identificar la situación del estudiante y si rebasa los alcances o los límites que como Centro se manejan,  se procede a canalizarlos a instancias especializadas que permitan darles una atención más completa a su problemática, aunque se mantiene el seguimiento. Esa canalización puede ser también a áreas de psiquiatría, nutrición, ginecología.

En las últimas semanas, a solicitud de la maestra Viridiana Peraza, responsable de tutorías de la Unidad Académica de Ingeniería Pesquera, este equipo de psicólogas tuvo dos encuentros de trabajo con estudiantes, el más reciente el viernes 24 en el marco del Día Internacional de la Felicidad que se celebra en marzo 20.

“En la primera ocasión estuvimos trabajando con los muchachos en la playa, con algunas actividades de desarrollo emocional, de herramientas que ellos puedan desarrollar para manejar su ansiedad o situaciones de estrés, técnicas de relajación. En todo eso estuvimos trabajando el equipo completo”, indica Loren Viridiana.

Por su parte, Karla Rebeca, quien participó en las dos actividades en Ingeniería Pesquera, explicó que estos trabajos no fueron pensados como respuesta a un reciente operativo de policía en el inmueble:

“No queríamos generar una revictimización. Por nuestro quehacer, lo que nos toca es darles herramientas para que ellos puedan afrontar de mejor manera las situaciones que viven. Me refiero a todos los estudiantes. Hay infinidad de situaciones que pueden desestabilizar a un estudiante. Las condiciones incluso de estar lejos de su casa, el no tener cerca a sus papás.”

Loren Viridiana agrega:

“Tenemos muchos estudiantes que son de fuera y que ahí viven. Me atrevo a decir que no tienen a la familia cerca y de pronto eso se vuelve una vulnerabilidad ante las situaciones cotidianas, o la parte económica es otro factor importante. Además de Nayarit, tenemos estudiantes de Aguascalientes, Michoacán, Baja California, Ensenada, Sinaloa.”

Y Karla Rebeca reconstruye:

“Es grato para nosotros ver el interés mostrado de los chicos que ahí se encuentran internos. El viernes en Ingeniería Pesquera la actividad fue un desayuno, compartir la comida, era como para sacarlos un poquito de su rutina y más ahorita que ya están para irse a su casa, antes de vacaciones. La interacción fue muy agradable, con muchachos muy participativos.

“Hicimos actividades de autoreconocimiento, de la  ayuda que es el saber como me visualizan mis compañeros. Fue una actividad muy grata donde todos tenían que compartir cosas positivas de sus compañeros. Es un reconocimiento que ellos se dieron. ‘¿Ah, yo soy así, de verdad?’

“Eso generó como una comunión muy bonita entre ellos. Querían que siguiéramos, que nos quedáramos más tiempo o que volvamos otras veces.”

Loren Viridiana abunda:

“Estuvimos tratando de fomentar esa parte de pertenencia a su comunidad como estudiante, la solidaridad de unos con otros y eso tiene que ver también con la cuestión de desarrollar a nivel socioemocional herramientas que son funcionales a la hora de relacionarse unos con otros.”

Y Karla Rebeca profundiza:

“Nuestro tema es el bienestar de los estudiantes.

Me gustaría cambiar la idea de cuando se habla de sufrimiento y me quedaría con la parte de que tenemos experiencias. Yo siempre les digo a los muchachos: el dolor no es opcional, pero el sufrimiento sí. ¿Qué es lo que nosotros hacemos aquí?: orientar a los chicos para que con sus propios recursos encuentren como afrontar las situaciones y no verlas como sufrimiento o como problemas, sino como una experiencia y la experiencia qué nos deja, pues aprendizaje. Y ese aprendizaje a qué me va ayudar, bueno ahí es donde nosotros entramos: encuentra tus recursos internos, personales, para que tú puedas afrontar eso que estás viviendo, diferentes circunstancias, familiares.

“Nosotros no podemos incidir en que su núcleo familiar sea perfecto, pero sí podemos en que él o ella encuentren los recursos para saber cómo afrontar esa situación. Si el chico viene y nos dice: ‘es que tengo un problema’, a ver, espérate: ¿es un problema o es una oportunidad para que tú aprendas algo?”

TU-Bienestar –nombre que también lleva su página de Facebook- está abierto de ocho de la mañana a ocho de la noche en el edificio COMPLEX; depende de la Coordinación Institucional de Tutoría Universitaria de la Secretaría Académica.

Las psicólogas comentaron que intentan realizar actividades aprovechando alguna fecha significativa, como el Día del Amor o, como en Ingeniería Pesquera, el Día Internacional de la Felicidad.

El 14 de febrero recorrieron las unidades académicas, haciendo difusión de que en la Universidad les preocupa la salud mental en general, sobre todo su bienestar durante su trayectoria universitaria.

“Que los estudiantes sepan que se cuentan con estos espacios totalmente gratuitos y que estamos a su servicio en caso de que lo necesiten.”

(Loren, de blusa verde, y Karla. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)