El Ejército manda

* El poder del Ejército es tal, que dejó de lado a la Unidad Especial del Caso Ayotzinapa, sometió al presidente y a la FGR, y exhibió al Poder Judicial Federal. 

 

La reciente renuncia del titular de la Unidad Especial para la Investigación y Litigación del Caso Ayotzinapa (UEILCA), Omar Gómez Trejo, es una muestra del poder que ha alcanzado el Ejército Mexicano en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Si el general Luis Crescencio Sandoval González, al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), inicialmente parecía sometido a los arranques de López Obrador, ahora, se advierte, le ha tomado la medida, y para muestra el doloroso asunto de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre del 2014.

En agosto reciente, según han precisado diversos medios de información, la Unidad Especial solicitó 83 órdenes de aprehensión que fueron liberadas por el Juzgado Segundo de Distrito Penal en Toluca, Estado de México, pero el 13 de septiembre se eliminaron 21 de esas órdenes por el mismo Juzgado Segundo, la mayoría de estas que involucra a militares.

El poderío del Ejército es tal, que dejó de lado el trabajo de la UEILCA, sometió al autoritario presidente y a la Fiscalía General de la República (FGR), y exhibió al Poder Judicial Federal.  

En un documento dirigido al juez Segundo de Distrito Enrique Beltrán Santes, Omar Gómez Trejo le explica que desconoce los motivos que originaron la petición para retirar las órdenes de aprehensión y que lo anterior fue efectuado por personal que no forma parte de la Unidad Especial.

Además, le recuerda que anteriormente el Juzgado de Distrito únicamente reconocía a funcionarios de la Unidad Especial para el tema Ayotzinapa, a nadie más, mientras que ahora no los tomó en cuenta.

La cancelación de las órdenes de aprehensión fue solicitada por un agente del Ministerio Público Federal adscrito al Juzgado y dos de sus superiores; es decir, la indicación debió llegar de la Fiscalía General de la República.

De acuerdo con el documento que divulgaron medios de comunicación, Omar Gómez remarcó:

“Es de abonar que derivado que su señoría omitió notificar al personal de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa, el contenido del acuerdo de fecha trece de septiembre de dos mil veintidós, no obstante de ser estos quienes ejercimos acción penal en la averiguación previa FGR/FEMDH/UEILCA/003/2020, para así solamente notificar al licenciado Isaías Flores Hernández, agente del Ministerio Público de la Federación asignado a la Unidad de Asuntos Especiales en la delegación Estado de México y adscrito a su Juzgado, es que se entiende que hemos sido relevados del seguimiento de la causa, pues hasta la fecha nunca notificó el acuerdo en comento al personal de esta Unidad Especial, no obstante de tratarse de una cuestión de sigilo, no lo hizo; por lo cual en lo subsecuente se sabe que hemos sido relevados por su señoría...”

Así, el fiscal especial en un asunto que ha alcanzado impacto mundial, fue hecho a un lado. Las órdenes de captura contra militares debían omitirse y se hizo. Punto.

Y como ahora se necesitaba un fiscal a modo, esta semana se conoció la designación de Rosendo Gómez Piedra. Es de Tabasco y, afirman medios de información, cercano al secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández. En aquella entidad fue titular del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, cuando Adán Augusto era gobernador.

La grave situación en el expediente por el caso Ayotzinapa coincide con la aprobación de ampliar hasta el 2028 la presencia del Ejército en tareas de seguridad pública, en una época terrible para muchas zonas del país, con constantes matanzas, extorsiones, cobro de piso, desapariciones.

Paradójicamente, este Ejército, este mando poderoso, empieza a ser exhibido a partir del robo de información en sus sistemas por parte de un grupo que se autonombra Guacamaya, y que en la última semana ha sido filtrada a medios de comunicación.

(La imagen corresponde a los estudiantes desaparecidos)

* Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit.