Historia de una foto

* Transcurridos 43 años, ninguno de los tres nos dimos cuenta de los cambios diarios porque, aunque crecimos, seguimos viéndonos igual que siempre.

 

Leyendo alguna vez un texto, si mal no recuerdo de Elena Poniatowska, narraba que al pintor y escritor José Luis Cuevas le fascinaba estudiarse  todos los días frente al espejo, o tomarse una fotografía, en la búsqueda de algún cambio en su cara sobre el día anterior.

Más o menos así.

Cuevas, ya fallecido, hace años vino a casarse a lo alto del cerro de La Cruz en Tepic, a la manera de la tradición indígena.

 

Me viene a la mente el artículo de Poniatowska porque probablemente la mayoría de las personas nos paramos frente al espejo para peinarnos y rara vez nos detenemos a descubrir esos cambios que va dejando el tiempo, porque ahí en la superficie del espejo está el mismo individuo al que hemos visto desde que tenemos memoria.

Solemos repetir que la vida pasa rápidamente, que los niños crecen en un dos por tres, que la gente se hace vieja y amargada, pero considero que los días y la vida transcurren a paso lento, incluso con instantes dolorosos e interminables, pero, en cambio, la que es rápida es la memoria, que en un momento nos hace recordar pasajes de nuestras vidas, de alegría y triunfo que solemos contar, y otras oscuras que intentamos ocultar, porque son cosas que ensombrecen la mayor parte de nuestras vidas –según escribió un Premio Nobel-.

 

La fotografía que aquí se acompaña fue tomada un 20 de noviembre de 1977, al terminar el desfile por el aniversario de la Revolución Mexicana, en El Cuadro, en Francisco I. Madero (Puga), municipio de Tepic.

La imagen, publicada hace unos días por mi hermana Norma, la niña de nueve años, muestra esa fabulosa velocidad de la memoria para transportarnos a aquel día, ella en medio de mi hermano Enrique, de 13 años, y de mi, de 10 años.

Efectivamente, transcurridos 43 años, ninguno de los tres nos dimos cuenta de los cambios porque, aunque crecimos, seguimos viéndonos en el espejo igual que siempre.