El huarache de Arte en Piel Ibarría, de Compostela para el mundo

* El diseño del huarache Vallarteño, que llega a las comunidades coras Del Nayar y Ruiz, también fue usado por modelos en la Ciudad de México.

 

Ramón Ibarría González terminaba la escuela primaria cuando diseñó, solo, una primera silla de montar.

Hijo de Francisco Ibarría, ya fallecido y quien durante muchos años se dedicó a la talabartería en Compostela, su mamá Amalia González llegó a bromear que en su casa nunca faltó con qué tapar a sus nueve hijos, porque siempre había grandes cueros.

Vinculado desde niño con productos de cuero y correas –“a ver de cuál cuero salen más correas”-, hace unos años Ramón fundó Arte en Piel Ibarría, por supuesto en Compostela, especializándose en diseños de huarache Vallarteño que, precisa, tradicionalmente es usado en las comunidades coras que habitan en zonas de los municipios Del Nayar y Ruiz.

En el taller de Arte en Piel Ibarría, ubicado en Hidalgo 281 norte –frente a la agencia del Ministerio Público-, cada semana son fabricados 600 pares de esos huaraches, cuya elaboración se hace a mano, tejiendo las correas.

Ir consolidando el negocio no ha sido fácil, sin embargo hoy explica con emoción que da trabajo a 20 compostelenses, jóvenes y adultos, la mayoría de los cuales se dedica a la colocación de las correas.

Don Eustacio, de unos 75 años y a quien todos llaman “Tacho”, todos los días le deja listos 10 pares, por lo que gana 200 pesos. Otros dos de  empleados tienen una discapacidad.

Si bien antes, durante y después de Semana Santa se presentan las mayores ventas del año, Ibarría abunda que prefiere tener constante la elaboración del huarache que aumentarlo en una época y disminuirlo en otra, a fin de no recortar el número de trabajadores.

Ese sentido social lo anima.

Agrega que actualmente hay tres señoras que encorrean el huarache en sus casas, por lo que pueden cumplir diversas tareas. La meta es que unas 20 mujeres de Compostela trabajen de esa forma.

“Las mujeres trabajan más fino que los hombres; tengo un señor que ya enseñó a encorrear a toda su familia. En Michoacán, los hombres no encorrean el huarache, sino las mujeres”.

En los últimos tiempos, su taller ha sido visitado por extranjeros que vacacionan en los municipios de Compostela y Bahía de Banderas. Les llama la atención que la suela del huarache lleva “el cachete” de las llantas. El lado.

“Al principio llegué a andar en los basureros, juntando llantas”, mientras que ahora compra  “cachetes” por miles.

Hace unos meses, durante la Expo Mercedes Benz Fashion, en la Ciudad de México, las mujeres que modelaron usaron huarache Vallarteño diseñado en Arte en Piel Ibarría.

Eso llena de orgullo a Ramón. Y cómo no.

(El taller de Arte en Piel Ibarría; Ramón sentado al centro)