* Al asumir el Gobierno del Estado, Antonio Echevarría asegura que nadie estará por encima de la ley, de las instituciones, y que el nuevo fiscal jamás encarnará el miedo, la violencia y la corrupción.
En el interior del Teatro del Pueblo se produjo una imagen singular: previo a la toma de protesta como gobernador, Antonio Echevarría García saluda a muchos y encuentra juntos a Miguel Ángel Yunes y a Javier Corral, gobernadores de Veracruz y Chihuahua, respectivamente, y cuyas administraciones procedieron legalmente contra sus antecesores: Javier Duarte y César Duarte, este último aún prófugo.
Esa es la interrogante mayor: ¿Echevarría investigará a Roberto Sandoval Castañeda y a muchos de sus funcionarios?. La respuesta es que si, al menos de palabra, pero falta en los hechos.
El diputado Leopoldo –Polo- Domínguez González se encuentra sentado en medio de Echevarría –a su lado derecho- y el representante del presidente Enrique Peña, Rafael Pacchiano. A Toño le sigue el magistrado del Tribunal Superior de Justicia Pedro Antonio Enríquez Soto, y, del otro lado, junto al representante presidencial, el gobernador saliente Roberto Sandoval Castañeda que no se queda a oír el discurso de su sucesor.
Cuando Polo pide a un grupo de diputados que acompañen a Sandoval a la salida –previo aparente acuerdo-, muchos del público lo abuchean y le gritan “¡fuera, fuera, fuera!”. Y se va por una puerta lateral.
De 44 años de edad, Antonio Echevarría García suda y pone la vara alta:
- Afirma que quien se haya enriquecido con la obra pública, pagará por su deshonestidad.
- Se compromete a proceder contra los corruptos.
- Que ha instruido al secretario de Seguridad Pública para que los policías estatales se descubran el rostro: ¡fuera las capuchas!.
- Que nadie estará por encima de la ley, de las instituciones, y que el nuevo fiscal jamás encarnará el miedo, la violencia y la corrupción.
Antonio Echevarría habla del abandono en que se encuentran muchos hospitales y sin medicinas, producto de la corrupción de funcionarios del sexenio pasado. Por ello, añade:
- Quien ha robado el dinero destinado a la salud no merece el perdón. Será investigado.
“La ambición los cegó, la justicia los castigará”.
Menciona un probable desvío por más de 235 millones de pesos en el Seguro Popular.
- Dice que la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) cuenta con su apoyo.
- Que recibe una administración desastrosa, fraudulenta y por ello hay mucho que castigar.
- Que la Secretaría de Educación adeuda más de 40 millones de pesos, que la Secretaría de Economía Federal detectó irregularidades en más de 72 millones de pesos, que hay adeudos en los Servicios de Educación por más de 900 millones, y más de 700 millones en la Secretaría de Salud, otros 18 en el CONALEP y 882 millones en el COCYTEN, entre otros.
Antonio Echevarría se refiere al senador Manuel Cota, ex candidato del PRI al gobierno; le pide que continúe legislando por Nayarit. Antes, al saludarlo en el recinto, juntos levantaron los brazos y fueron ovacionados.
El gobernador continúa remarcando:
- A partir de hoy la corrupción se castiga sin ninguna contemplación.
- Termina la sumisión de un poder a otro, el poder absoluto, las influencias en obra pública y nadie puede dar ni recibir “mochada”.
Asegura, se supone que metafóricamente, que en la noche del lunes recibió la Casa de Gobierno sin puertas, sin closets, sin muebles.
En ninguna parte de su intervención Echevarría menciona el nombre de Roberto Sandoval o de quienes fueron sus altos funcionarios, pero sus palabras apuntan a aquellos.
Echevarría recibe un beso de su mamá Martha Elena y de su papá Antonio. Cuando menciona a su esposa María Luisa, a su hija Luisa y a su hijo Antonio la voz parece trastabillar.
Gobernará, dijo, con los pies bien puestos sobre la tierra. Un gobierno para todos.
Entre abrazos y más abrazos y acompañados con música de mariachi, Echevarría camina desde el Teatro del Pueblo hasta Palacio de Gobierno, acompañado por cientos de militantes del SUTSEM, que desde hace dos años mantienen un plantón. Se compromete con ellos: “no les voy a fallar, pero denme tiempo porque no traigo varita mágica”.
Por la mañana, Echevarría García fue a misa a Catedral en compañía de su familia.
Y mientras pronuncia su discurso, tiembla en varios estados y en la Ciudad de México.
Toño promete ir contra corruptos: “quien ha robado, no merece el perdón”
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