Un cuadro de muerte convertido en espectáculo infantil

* La Fiscalía General del Estado bien podría adquirir mamparas, lo que permitiría no sólo delimitar el área con cinta, sino darle un mayor respeto a la víctima y al trabajo de los peritos en la recolección de evidencias.

 

¿Qué es esto?:

Como si se tratara de un espectáculo infantil y no un cuadro de muerte, una joven pareja carga a dos niños en la primera línea, apenas atrás de la cinta plástica que ha colocado la policía.

De cabello largo, la mujer carga al más pequeño y por cansancio lo pasa de un brazo al otro, mientras el varón coloca al otro menor montado entre sus hombros. Y si allá enfrente algún policía tapa la visibilidad, acá el joven se mueve para recuperar el escenario. Y por tanto, el niño igual.

Si el vehículo del Servicio Médico Forense (SEMEFO) se estaciona de tal forma, los testigos se acomodan desde una banqueta porque es el mejor lugar para ver.

A la izquierda de esa pareja, una niña de entre ocho y nueve años se ha sentado en el pavimento y a los pies de su mamá. Un poco atrás se ve a una señora con sombrilla. Hay decenas, algunos un poco más retirados.

Todos apuntan las miradas a los movimientos de policías y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) en torno al cadáver de quien posteriormente sería identificado como Jesús Emmanuel González Salazar, de 31 años, muerto por un balazo en la espalda al mediodía del viernes 18, en la esquina de las calles Morelia y Morelos, frente al parque a La Madre y a unos metros de la iglesia del Sagrado Corazón. 

Un homicidio inexplicable hasta el momento, a plena luz del día y en el centro de Tepic, y al que se añadiría que la víctima se dedicaba a coordinar eventos, como bodas y quinceañeras, en su tierra de Santiago Ixcuintla; era nativo de Estación Yago, según ha citado la Fiscalía General del Estado (FGE).

Si los homicidios a balazos aumentan en Tepic, igual que los “levantones” y la desaparición de personas, algo nos estará pasando si nos detenemos a contemplar en familia, con niños, esos hechos sangrientos.

Pareciera que el crimen se convirtió en un espectáculo para ver y posteriormente contar, como si no nos causara preocupación siempre y cuando le suceda a otros, no a nosotros.

La escena del viernes 18, y que se repite en cuanto homicidio ocurre, bien podría motivar a la Fiscalía General la adquisición de mamparas especiales, lo que permitiría no sólo delimitar el área con cinta, sino darle un mayor respeto a la víctima y al trabajo de los peritos en la recolección de evidencias.

Por lo demás, siempre habrá que cuestionar no sólo el suceso, sino que los matones hayan conseguido la fuga, se insiste, en pleno día y en una zona céntrica de Tepic. 

De acuerdo con el comunicado de la FGE, el grupo agresor viajaba en un vehículo color negro, marca Chevrolet y del tipo Avalanche. En el citado lugar fueron encontrados tres casquillos de arma calibre nueve milímetros.

Y como ha ocurrido en los últimos meses, un hecho violento en un dos por tres es opacado con otro y otro y otro. Hay como una repetición y eso es un aspecto de atención: hay un grupo ejecutor que se desplaza, pero puede haber otros que copian e intentar distraer a la policía.

Y es que no todo es narcotráfico o delincuencia organizada, sino que también habría quienes se aprovecharían de la ola criminal para hacer parecer esa forma. Total, ejecutan o “levantan” a alguien, y la mayoría resumirá que fue porque andaba en malos pasos. 

Por eso se insiste: estar en familia viendo como espectáculo una situación de muerte, no sería precisamente lo mejor.

Por cierto, la pareja con esos niños se retiró hasta que partió el carro del SEMEFO, llevándose el cadáver.

COOPERACIÓN POR ALEXIS

Precisamente la noche de este sábado, el joven Alexis García, sobrino del periodista Alejandro García Castrejón, fue herido con arma blanca por el  libramiento carretero, a la altura de la colonia Valle Real.

De 19 años, el joven lucha por su vida. Había acompañado a una joven a su casa y ya regresaba a la suya.

Alejandro García ha solicitado el apoyo económico para la atención de su sobrino: algún donativo puede depositarse en el número de cuenta 5256 7818 6722 0399 de Banamex.

(Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)