* Un Juzgado de Distrito abrió la posibilidad de que Isabella, de cinco años, se quede con su mamá: pide a juez familiar que analice las pruebas y determine si el traslado generaría afectaciones físicas y psicológicas a la pequeña.
Continúa la dramática historia de Isabella, la niña de cinco años que es reclamada por autoridades de Estados Unidos.
La posibilidad de que la menor continúe viviendo con su mamá en Xalisco, Nayarit, y no sea trasladada con su papá a la ciudad de Fresno, California, se abrió con una resolución del Juzgado Primero de Distrito de Amparo Civil y Administrativo.
Isabella, se explicó aquí en enero pasado, es reclamada por su papá Jaime Ávila Márquez -nacido en Estados Unidos y de padres mexicanos-, de quien, en abril del 2012 Eréndira Acosta Virgen huyó por el maltrato y humillaciones que daba a sus dos hijos mayores –no procreados con él- y regresó a su tierra en Xalisco.
A sus hijos varones, contó Eréndira a este reportero, Jaime los llamaba “bastardos” y les ponía apodos: “¡negro!”, le gritaba a uno de ellos. Al más chico “un día le dejó pintada la pierna, al golpearlo con un cable”…
Pero el haber trasladado a Isabella a México ha generado un riesgo de que sean separadas, puesto que es reclamada por autoridades de Estados Unidos para la práctica del respectivo juicio, pero es un país donde a Eréndira se le abrieron cargos penales; es decir, regresar prácticamente significaría ir a la cárcel.
Precisamente en enero último, el Juzgado de Distrito concedió a Eréndira Acosta una suspensión para que la niña no fuera llevada al país vecino en tanto no era resuelto el juicio de amparo 85/2016.
QUE HABLE LA NIÑA
Si bien la situación de la pequeña es compleja, el juez de Distrito Rogelio Alberto Montoya Rodríguez ha concedido un amparo que abre la posibilidad de que Eréndira mantenga a su hija con ella.
Según la sentencia que el Poder Judicial Federal ha hecho pública, se solicitó al Juzgado Cuarto Familiar –que estudia los asuntos del desaparecido Juzgado Mixto de Xalisco- que deje insubsistente un acuerdo del 13 de enero de 2016 relativo al traslado de la menor a Estados Unidos.
A continuación, el juzgado federal pidió que, con plenitud de jurisdicción, se dicte una nueva determinación, la cual, si fuera en el mismo sentido, “deberá cumplir con los requisitos de fundamentación y motivación”…
La siguiente parte es crucial, puesto que deja la interrogante sobre si la niña tendría afectaciones si es separada de su mamá. La menor cumplió cinco años en enero pasado.
Así apuntó el juez federal:
“En el entendido, de que deberá analizar la totalidad de las constancias que integran el procedimiento (…) y que de resultar necesario deberá allegarse de los medios de convicción pertinentes para determinar si el desplazamiento de la menor (…) al domicilio del tercero interesado (…), también conocido como (…), ubicado en calle (…), le ocasionaría mayores afectaciones en su integridad física y psicológica, que permanecer en su residencia habitual.
“Además, la responsable con plenitud de jurisdicción deberá tomar las medidas oportunas en el marco del procedimiento para facilitar la adecuada intervención de la menor de edad; es decir, que tenga la posibilidad efectiva de poder presentar sus opiniones; de tal modo que puedan tener influencia en el contexto de la toma de decisión judicial que resuelva sobre su vida y sus derechos”.
El amparo es concedido contra el citado juzgado familiar y la secretaría de acuerdos, así como por su posible ejecución a la Coordinación de Ejecutores del Tribunal Superior de Justicia, director de la Policía Nayarit división de Investigación, y director de Seguridad Pública en Xalisco.
El fallo del juez Montoya Rodríguez no está firme y podrá ser combatido a través de un recurso de revisión ante un Tribunal Colegiado.
Eréndira Acosta ha clamado ayuda para mantener a su hija a su lado, insistiendo que huyó de su ex pareja por la violencia que ejercía sobre sus hijos varones.
(Isabella y su mamá en enero pasado. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)
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