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Héctor Escanio, el subteniente nayarita desaparecido en Puebla

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Empleado del Periódico Oficial, don Enrique Escanio clama ayuda a Roberto Sandoval para que interceda ante su homólogo de Puebla y que el caso no caiga en el olvido. “Imagínate cómo estamos”…



Don Enrique Escanio Andrade cuenta el peregrinar, la incertidumbre y angustia, el profundo dolor por la desaparición de su hijo Héctor Omar Escanio Cortés, subteniente –con licencia- de arma blindada del Ejército Mexicano, ocurrida en Puebla entre el  nueve y 10 de junio del 2012.
Desesperado, se pregunta “¿dónde está?, queremos saberlo, como esté, pero ya”.
Empleado en la oficina del Periódico Oficial del Gobierno del Estado, Escanio clama ayuda a Roberto Sandoval Castañeda para que plantee su situación ante su homólogo Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, a fin de que se investigue el paradero de su hijo y el caso no caiga en el olvido de las autoridades.
Escanio ha escrito cartas a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a la Procuraduría General de Justicia de Puebla, a la Fiscalía Metropolitana…
Su esposa y él han ido varias veces a Puebla en busca de respuestas; han realizado muchas llamadas por teléfono. Y ha regresado con más preguntas.
A don Enrique Escanio le molesta que las autoridades de Puebla esperen que sean los familiares los que ofrezcan datos, pistas, y no a la inversa.
Explica que en una ocasión recibió una llamada anónima mediante la cual se le indicó que la desaparición de su hijo tiene relación con familiares de una niña, que él procreó con una mujer fuera de matrimonio. Esos datos –indica- se los proporcionó a las autoridades de Puebla para que indagaran, pero no lo hicieron.
El “llámeme el lunes”, “llámeme mañana”, “llámeme el viernes” o el “voy a buscar el expediente” se han vuelto una amarga respuesta cuando se comunica por teléfono a Puebla.

EL CALVARIO

Escanio explica que a mediados de junio, la pareja de su hijo les avisó la desaparición, por lo que su esposa María de los Ángeles Cortés y él viajaron a Puebla.
“Recorrimos todos los hospitales, todas las policías, las cárceles, las funerarias, el SEMEFO, fuimos al Ejército. Pegamos póster con la foto de mi hijo en muchos lugares”…
Pero unos días después regresaron a Tepic llenos de angustia. Desde entonces no se sabe el paradero de Héctor Omar, de 35 años de edad.
Según la constancia de hechos 56/2012/SEXTA iniciada en Puebla, el nueve de junio fue la última ocasión que la pareja de Héctor Omar tuvo comunicación con él, por celular. Estudiante de licenciatura en derecho y unos 16 años menor, nativa del municipio de Grajales, ella regresó a Puebla hasta el día 10. Desde entonces las llamadas remitían al buzón.
Cuenta Enrique Escanio que no encontraron indicio de violencia en la casa donde vivía su hijo, y los vecinos tampoco reportaron algún dato en ese sentido. Lo anterior le hace deducir que Héctor Omar fue contactado por alguien que conocía y que lo traicionó para privarlo de la libertad.
Unas dos semanas antes, Escanio y su esposa lo habían visitado en Puebla y les comentó que ya estaba en trámites para reincorporarse al Ejército Mexicano como subteniente de arma blindada. Su licencia vencía el tres de diciembre del 2012.
A más de nueve meses de la desaparición de su hijo, Escanio indica a este reportero que las distintas instituciones a las que ha recurrido no han resuelto la interrogante sobre dónde está Héctor Omar, por lo que teme que el caso caiga en el olvido, se convierta en uno más y nunca sea esclarecido.
Por ello clama ayuda del gobernador Roberto Sandoval.
“Imagíname cómo estamos, mi esposa, toda la familia; vivimos con mucha angustia y Puebla está lejos como para ir cada rato. No nos queremos imaginar lo peor pero queremos saber dónde está Héctor Omar. Yo soy trabajador del Periódico Oficial y le pido ayuda al gobernador Roberto Sandoval”.
El caso de Héctor Omar es boletinado por el Centro de Apoyo de Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA). Para cualquier información que conduzca a su paradero se proporcionan los números de teléfono en la ciudad de México: 01-55-5345-5080 y 5345-5082.

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