* En el segundo aniversario por la muerte del maestro de origen cubano, se tendrán tres conciertos: en Catedral, el teatro Alemán, y en Ciudad de las Artes en su mayoría con jóvenes músicos nayaritas; no habrá cobro alguno. Hay que ir a aplaudirles.
El director de la Escuela Superior de Música (ESM) Rafael Alfredo Almanza Aguilar nunca se cansará de platicar con emoción del aporte musical del maestro José Miguel Ferrer Hinojosa: era frecuente que llegara a la escuela a las 6:30 de la mañana y durante muchas horas se dedicaba a componer, a producir. Ahí malcomía, impartía clases y regresaba a su casa por la noche.
Añade Almanza: “como dice Beethoven: la inspiración te tiene que encontrar trabajando”, y Ferrer Hinojosa le hacía honor.
Integrante de una camada de músicos cubanos que llegó a Nayarit en 1994 –tenía 22 años- a invitación de Luis Josué Soto Campos, primer director y fundador de la Orquesta de Cámara de Nayarit (OCANAY), José Miguel Ferrer se quedó en estas tierras hasta su inesperada muerte el 26 de enero del 2015.
A dos años de su deceso, la ESM con el apoyo de padres de familia y el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit (CECAN) se preparan para ofrecer el “Segundo Festival José Miguel Ferrer Hinojosa” que se llevará a cabo entre el miércoles 25 y viernes 27.
Ese miércoles a las 4:30 de la tarde tendrá lugar una misa en Catedral en la que participará la orquesta de la ESM y el coro Satié con unas 10 piezas musicales.
El jueves 26, entre las cuatro y ocho de la noche se realizará un concierto en el teatro Alemán –esquina de Allende y Veracruz- con artistas como Omar Cisneros y su grupo de jazz, un ensamble de guitarras de la ESM, otro ensamble de saxofón de la propia escuela, uno más de percusiones de la Universidad Autónoma de Nayarit, el pianista Alfonso Naranjo y su esposa la soprano Violeta Pérez, los grupos de jazz Latin Creano y de la Escuela de Música de la UAN, así como Awaceros y Otros Poemas.
Para cerrar el festival, el viernes 27 habrá un concierto entre las seis y ocho de la noche en Ciudad de las Artes –esquina de Insurgentes y Jacarandas- donde se presentarán José Inés Enríquez Ledezma –director del CECAN- y un grupo de jazz interpretando un conjunto de obras de Ferrer dedicado y llamado “A México”, y finalmente el grupo juvenil Entre Calles.
Amigo de José Miguel Ferrer, Almanza Aguilar explica que este Segundo Festival tiene ingredientes especiales, como la presentación de numerosos músicos jóvenes que el público nayarita debe conocer y aplaudir.
Además, coincide con este reportero, esa era una de las esencias del maestro Ferrer: compartir lo que sabía con sus estudiantes, sin egoísmo.
“Era un maestro en la extensión de la palabra. No era un profe. Su tiempo libre muchas veces se lo daba a quien lo buscaba, en sábado, en domingo. Te daba clases hasta en su casa”.
- Tú te vas a morir pobre –le bromeó un día Almanza, y Ferrer concedió: no cobraría por esa orientación extra a sus estudiantes-.
Y agrega una prueba de fuego para Ferrer de la que salió bien librado: cuando Nayarit fue invitado al Festival Cervantino, en Guanajuato, toda la producción musical recayó en él.
“Era un músico completo: tocaba, arreglaba, producía, dirigía, componía”.
A veces distraído –“¡llegó a olvidar su maletín en un taxi!”-, toda su energía la dejaba sentir en las obras que creaba. Y además: como buen director de orquesta, en algunos conciertos dejó constancia de que lo importante era la música, no el despiste suyo en la apariencia, que le quedaba a tono, le quedaba.
De acuerdo con Almanza, Ferrer estudió para tocar la viola y de manera autodidacta aprendió la composición y la armonía. Uno de sus hermanos mayores, Felipe, ha sido productor de cantantes como Ricardo Arjona.
Almanza reconoce el esfuerzo del comité de padres de familia de la Escuela Superior de Música en las tareas de obtención de recursos para este festival, por ejemplo durante emotivos conciertos el último viernes de cada mes con jóvenes estudiantes, y la venta de diversos productos: café, agua fresca, panecillos.
Agrega que a partir de la muerte de Ferrer se ha realizado, con la anuencia de su esposa, una búsqueda en su computadora por la creencia de que existen muchas obras que no se conocen y que buscan rescatar.
Almanza sueña con que este festival sea institucionalizado y que en el futuro se obtengan recursos de la Secretaría de Cultura Federal para presentar más artistas, sea quien sea el director de la ESM.
Animado con la esperanza de que este año el número de asistentes supere al del 2016, insiste que vale la pena acudir a los distintos conciertos puesto que se conocerá a jóvenes nayaritas con talento musical.
“Hay que aplaudirles ahora, animarlos. Más de uno va resultar famoso”.
Ninguno de los conciertos tendrá costo para el público e, incluso, Almanza proporciona su número de celular 311-8477020 para explicar cualquier duda que se tenga al respecto. Lo que se busca es que haya una importante asistencia y conocer más del músico cubano y a quienes han sido sus estudiantes.
(Ferrer, de guayabera blanca, y Almanza en el extremo opuesto. Foto: cortesía Almanza)