* Aprehenden a un segundo sinaloense que, según la narración ministerial, era quien realizaba las llamadas amenazantes a la familia del agraviado.
Alrededor de las 6:30 de la tarde del tres de noviembre del 2016, el empresario “L” conducía un automóvil en dirección a su casa. Era acompañado por un menor de edad.
A llegar a una esquina, le pareció que un automóvil Nissan color gris llevaba preferencia de circulación y le dio el pase, pero el conductor se detuvo. “L” siguió avanzando.
Más adelante se dio cuenta que el coche gris iba atrás de él y, antes de llegar a su domicilio, una camioneta color blanco, tipo Expedition, fue atravesada en la calle.
“L” quedó en medio. Dedujo lo peor.
Intentó pasar junto a la Expedition pero no pudo. La chocó. Tres sujetos habían descendido del vehículo gris, armados con pistolas y con máscaras en la cara. Con violencia lo obligaron a bajar y a subir al coche gris. En cuestión de segundos se lo llevaron. Le pusieron una capucha.
El secuestro fue cerca de la casa del empresario y su familia pronto se dio cuenta. Ahí quedó el menor acompañante.
Lo anterior es parte de la reconstrucción explicada por la representación de la Fiscalía General del Estado (FGE) durante una audiencia de este martes 17 en que, durante la ampliación de término constitucional, se dictó auto de vinculación a proceso por el delito de secuestro en contra de Isaí, el segundo individuo vinculado al caso, detenido en Sinaloa la semana pasada. El primero: Medel, está preso desde noviembre pasado.
De acuerdo con la explicación ministerial, aquella noche transcurrió una media hora cuando se produjo la primera de 11 llamadas amenazantes de los delincuentes, durante varios días. Exigían millones.
Esa primera noche, “L” permaneció entre cañaverales o dentro de una casa. Después contaría que hubo un momento que pudo correr pero tropezó y cayó boca arriba. El sujeto que lo vigilaba le dio alcance y lo golpeó en la cabeza con el arma de fuego. Llegó otro individuo y le advirtieron: a la próxima serían balazos.
El seguimiento de la Fiscalía General arrojó, el cuatro de noviembre, el hallazgo de la camioneta Expedition por el rumbo del poblado Los Sabinos, a unos 10 kilómetros de Tepic. Allá fue abandonada. No tenía placas, sino un permiso para circular.
Un operativo de policías estatales la tarde del 10 de noviembre arrojó la liberación del empresario; permanecía en una casa en renta de la colonia Betel, en la que se encontraron dos pistolas.
Un policía que participó en el operativo contó haber escuchado gritos que pedían auxilio. El empresario tenía una capucha y estaba atado. Momentos después fue detenido el sinaloense Medel, tras una persecución.
Los datos de prueba referidos en la audiencia revelan aspectos que ha abarcado la investigación: entrevistas con la pareja dueña de la casa que describen la prisa de sujetos para acceder a la renta, la búsqueda del automóvil Nissan gris, así como la localización de varias personas con parentesco con Isaí que ofrecieron datos que probarían su presunta relación con el secuestro.
Por separado, uno de ellos describió que a finales de octubre Isaí –de unos 32 a 35 años- manejaba una Expedition blanca, mientras que el segundo testigo refirió que dos amigos del ahora detenido traían un automóvil Nissan gris.
Según la descripción oficial, el 17 de noviembre pasado Isaí realizó llamadas por celular a dos de esos familiares, preguntándoles cómo iba la investigación y por las entrevistas en la Fiscalía General a las que fueron citados.
“Tío, usted diga que no sabe nada”, según narró uno de los testigos.
Al otro le cuestionó: “¿cómo les fue, qué les han preguntado?”, solicitándole “que dijera que no sabía nada”.
Contrario a la solicitud ministerial, al defensa particular consideró que no existen los suficientes datos para vincular a proceso a su cliente.
La FGE considera que Isaí es uno de los cabecillas de la banda y que él realizó las llamadas exigiendo la entrega de una suma millonaria. Tres testigos habrían reconocido su voz, grabada durante las llamadas a la familia agraviada.
El juez en oralidad Rodrigo Benítez Pérez dictó el auto de vinculación a proceso, precisando que la víctima presentó 16 lesiones en el cuerpo y que una exigencia era que el dinero por el rescate debía entregarse en Culiacán, Sinaloa.
Benítez Pérez concedió un plazo de cuatro meses requerido por la agencia ministerial para la investigación complementaria, lo que fue aceptado por la defensa.
Y es que continúa la búsqueda del vehículo Nissan gris y se pretende identificar a más integrantes de la banda delictiva, indagar respecto al permiso para circular la Expedition sin placas, así como la obtención de una orden judicial para revisar el celular de Isaí cuando fue aprehendido, entre otros aspectos.
A la audiencia en el expediente 1258/2016, que duró más de dos horas, asistieron 14 personas.
Al lado de su defensor, Isaí no realizó comentarios sobre la imputación.
(La imagen ni corresponde al caso concreto)
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