Describen los últimos momentos del abogado Wilbert Gamboa: “¡me viene siguiendo este bato!”

* Ya consumado el homicidio del abogado, el militar retirado Jorge Alberto Berecochea García, a quien se atribuye ser el responsable, envió un mensaje a su ex pareja, indicando que se iría a Estados Unidos.

* (Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit, por mínima vergüenza)

 

Alrededor de las 10 de la noche del jueves 28 de noviembre, el abogado Wilbert Rodrigo Gamboa Hernández y otros integrantes de su despacho, ubicado por avenida Rey Nayar a unos 150 metros del ingreso a instalaciones de la feria en Tepic, se retiraron a sus respectivos domicilios pero casi inmediatamente después le marcó al celular de una de sus compañeras: “¡me viene siguiendo este bato!”, le dijo, alarmado.

Para entonces, Wilbert circulaba en su vehículo Mazda por la calle Río Suchiate en la colonia Lázaro Cárdenas, mientras que la abogada retornó para dirigirse a ese lugar, pidiéndole que avanzara más rápido y pudiera alejarse de Jorge Alberto Berecochea García, militar retirado con el que vivió varios años y al que describió como sumamente violento y a quien días antes había denunciado en ese sentido.

La comunicación telefónica no se interrumpió durante dos minutos, e incluso la abogada pudo ver un automóvil tipo Versa que cerraba la circulación al carro de Wilbert, ahora en la calle I de la colonia 15 de Mayo, del cual descendió Berecochea. A través de la ventana lanzó golpes a Wilbert y éste intentó esquivarlos, para luego efectuar disparos a quemarropa con una pistola calibre nueve milímetros. Cuatro balazos con entrada entre cuello y cabeza presentaron el tatuaje característico de cuando se efectúan a corta distancia, y uno más le alcanzó un dedo de una mano.

Minutos después del asesinato del conocido abogado, Jorge Alberto Berecochea marcó al celular de su ex pareja pero ésta no contestó. Y alrededor de las 10:42 de la noche le escribió un mensaje:

“Voy rumbo a los Estados Unidos. No digas nada, no te involucres.”

Conocida la identidad del presunto agresor, se efectuó un amplio operativo de búsqueda y horas después elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la Fiscalía General del Estado lo ubicaron en su domicilio del poblado Bellavista, municipio de Tepic, de donde es originario.

El carro Versa es de su hija, pero lo usó algunos días porque el suyo tenía problemas mecánicos.

Una persona diversa que coincidentemente se encontraba en la zona donde ocurrió el homicidio, también ha identificado a Berecochea como el agresor material directo.

Durante la madrugada del viernes 29, al llevar a cabo una orden de cateo en la casa del imputado, la Fiscalía encontró imágenes con alfileres que hacían referencia al propio Wilbert y a la ex pareja del agresor, indicio de que habría pretendido atacar a ambos.

También fue localizada una pistola calibre nueve milímetros, concluyendo un perito que es la misma que fue usada en la muerte del abogado, luego de  comparar los casquillos recuperados en la colonia 15 de Mayo.

Además, el militar en retiro de 58 años de edad dio positivo a la prueba de rodizonato de sodio en ambas manos, indicio de que recientemente había accionado un arma de fuego.

Los anteriores datos fueron revelados por la Fiscalía General del Estado, entre el mediodía y la tarde de este domingo. Representada por cuatro agentes del Ministerio Público, se formuló imputación en contra de Berecochea García ante un juez de Control por el delito de homicidio calificado con las agravantes de premeditación y ventaja. También fue solicitado que sea vinculado a proceso, aunque ello se efectuará en una audiencia posterior.

Un defensor público que asesora al imputado solicitó la presencia de diversos peritos para ser interrogados, además de que se proporcionen los videos de cámaras de seguridad ubicadas en la zona del ataque.

Previo a la audiencia de imputación por el homicidio, se efectuó una diversa en que se atribuye el delito de cohecho, citándose que Berecochea García pretendió sobornar a policías para que le permitieran darse a la fuga.

En las dos audiencias el imputado se reservó el derecho de declarar. La voz se le escuchó firme, sin titubeos.

Especialmente la causa penal por el homicidio motivó que la sala de audiencias estuviera llena; acudieron colegas de Wilbert que alguna vez coincidieron en su despacho o que les unía la amistad.

Dos abogadas y un abogado asistieron como asesores de la parte agraviada: la viuda y los dos hijos de Wilbert. Cuando el abogado asesor tomó la palabra para respaldar la narrativa de la agencia ministerial, estuvo a punto de llorar al recordar a su amigo y compañero de profesión.

El juez de Control impuso a Berecochea la medida cautelar de prisión preventiva, por lo que estará recluido en la penal de Tepic. En esta parte se anunció que se trata de una persona que, además de militar ocupó diversos cargos, por ejemplo en la dirección de Seguridad Pública en el estado de Hidalgo, y en el municipio de Tepic.

La viuda de Wilbert estuvo en todo momento abrazada de uno de sus hijos. Le dijo al juez que teme por su vida y la de sus hijos, preguntándose, muy dolida, “porque esta persona tan malvada le hizo eso a mi esposo.”

Hubo una abogada, a quien este reportero saludó hace días junto a Wilbert, coincidiendo en el Centro Regional de Justicia Penal, que expresó a quien esto escribe algo muy profundo, su voz envuelta en la tristeza:

“Ahora va narrar su audiencia”.