Ella perdió este round

* La presidenta Claudia Sheinbaum tiene una responsabilidad inmensa con el país, y a eso hay que añadir la sombra que le hace el ex presidente. El caso de la CNDH es un grave precedente.

 

En una entrevista publicada por este reportero el reciente 28 de agosto, la investigadora de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara observó que la transición que debía darse entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y su sucesora Claudia Sheinbaum Pardo aún no existía en la práctica, sino que iniciaría el uno de octubre en que la primera presidenta de México asumiría el cargo.

Consideró que Sheinbaum vivirá todo un proceso para construir su propio poder y adaptar a su estilo a López Obrador, un macho alfa. 

A su vez, en otra entrevista del 21 de octubre efectuada a la jueza federal Sandra Daniela Saldaña Brambila, en el marco de la reforma al Poder Judicial, se le preguntó:

- De mujer a mujer, ¿qué le dirías a la presidenta Claudia Sheinbaum?

- Las mujeres somos inteligentes. De mujer a mujer le diría que ella tiene que encontrar su camino. Para ser una verdadera líder tiene que encontrar su voz y su camino y hacerlos valer. Estoy segura que como todas las mujeres ella también debe estar pasando por las mismas situaciones que pasamos las mujeres que llegamos a lugares de toma de decisión: de tener que demostrar que eres inteligente, que también puedes hacer las cosas, que todo mundo te quiera decir qué hacer y no te dejes influenciar.”

Se recuerdan las anteriores citas a propósito de lo sucedido el miércoles 13, cuando el Senado de la República eligió a Rosario Piedra Ibarra para un segundo periodo como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), aunque Sheinbaum Pardo habría preferido a Nashieli Ramírez Hernández, que quedó en la segunda posición.

Un asunto que no es menor. No sólo porque se eligió a la peor evaluada entre aspirantes, sino porque se sintió la influencia de López Obrador y, grave también, porque Rosario Piedra ya dejó constancia de que no tiene la fuerza ni independencia para defender los derechos humanos y confrontar a quienes los violan desde el Gobierno Federal.

Mal evaluada, sí, pero ser fiel al ex presidente le valió para ser ratificada en la CNDH.

En este arranque de la administración de Claudia Sheinbaum hay, sin embargo, alentadores mensajes de que, por ejemplo en el tema de seguridad, se dejará atrás eso de “abrazos, no balazos”, para dar paso a una estrategia de combate a la delincuencia organizada que ahoga a muchas partes del país.

Pero lo sucedido con la designación de Rosario Piedra Ibarra parece acreditar lo anotado por la investigadora Lourdes Pacheco y por la jueza Sandra Daniela Saldaña: la presidenta Claudia Sheinbaum tiene una responsabilidad inmensa con el país, y a eso hay que añadir la sombra que le hace el ex presidente. El caso de la CNDH es un grave precedente. Ella perdió este round.

(Rosario Piedra en la imagen)