* En Jesús Adrián hay ese personaje controlador en extremo que pretendía decidir por Norma Judith en todo. El individuo que la ofendía y que a la vuelta de las horas regresaba pidiendo que lo perdonara.
* (Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit, por mínima vergüenza)
Mientras transcurre la etapa de investigación complementaria en contra del doctor Jesús Adrián “N”, vinculado a proceso por el feminicidio de su pareja la odontóloga Norma Judith, registrado el 31 de agosto en una casa del fraccionamiento Las Cumbres en Tepic, la situación que vivió la agraviada previo a su muerte sería un aspecto a ubicar en el llamado círculo de la violencia.
Es decir, según se ha documentado, Norma Judith ya tenía tiempo padeciendo violencia de parte de su pareja, el enojo y celos frecuentes por su inseguridad y baja autoestima, ya fuera porque asistía a congresos relacionados con su profesión o por fotografías en sus redes sociales o por amistades, a las cuales fue alejando. Norma Judith recurrió a pretextos para no salir con amigas.
El enojo era por todo; es decir, una obsesión de controlarla en múltiples sentidos incluido el patrimonial y el económico. Una violencia psicológica, emocional.
La antes radiante Norma Judith disminuyó a partir del 2022 en que inició su noviazgo con Jesús Adrián, aunque luego puso distancia un tiempo, sin embargo la relación de pareja volvió en el 2024, ahora con el añadido de que él se mudó a la casa de ella en el citado fraccionamiento.
Norma Judith hizo un esfuerzo por terminar la relación, según ha quedado acreditado. Lamentablemente no lo consiguió.
Lo anterior suele ocurrir con determinada frecuencia, explican quienes durante años han atendido procesos de violencia familiar, pero si no se atiende el problema a fondo, incluso con ayuda profesional, en breve tiempo vuelven a presentarse agresiones verbales o físicas y en todos los estratos sociales.
Una situación así padeció Norma Judith ante el sujeto que venía dejando rastros y que ocultaba con violencia su inferioridad, ya fuera porque ganaba más que él o por su camioneta tipo CRV que ella compró y manejaba y en la que, por cierto, él intentó huir aquella mañana de sábado tras la agresión física con un cuchillo de cocina, aunque fue detenido a la altura de San Cayetano por agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Nayarit.
En Jesús Adrián hay ese personaje controlador en extremo que pretendía decidir por Norma Judith en todo. El individuo que la ofendía y que a la vuelta de las horas regresaba pidiendo que lo perdonara.
El hecho de que la odontóloga nunca presentó denuncia, a pesar del ambiente pesado que vivía, también es un dato frecuente en el círculo de la violencia. Nadie imagina el desenlace que puede llegar a ocurrir.
Con el incremento de hechos de violencia familiar extrema que no existía en otras épocas, se ha insistido en la toma de decisiones prontas cuando se presenten estas situaciones, por ejemplo también en los noviazgos en la juventud.
Una profesionista compartió su preocupación porque ya vivimos momentos en que la violencia no proviene, por citar un ejemplo, de un drogadicto que vive en nuestra colonia, sino que puede darse del familiar que está cerca de nosotros.
La investigación complementaria en torno al que fuera médico adscrito a la jefatura de enseñanza del Seguro Social en Tepic se prolongará hasta el próximo año. Se busca ahondar en sus relaciones de pareja anteriores y si igualmente se presentaron hechos de violencia.
Se le mantiene recluido en la penal de Tepic con la medida cautelar de prisión preventiva de oficio.
El feminicidio de Norma Judith: la violencia profunda de un doctor inferior
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