A prueba el Poder Judicial Federal en defensa de su independencia

* El golpe que ha impulsado el presidente para desaparecer 13 fideicomisos del Poder Judicial, forma parte del nocaut que pretende asestar el año próximo.

 

En algún momento, todos, o en nuestras familias, habremos de recurrir al Poder Judicial Federal, por ejemplo en la tramitación de algún juicio de amparo contra diversos actos: una orden de aprehensión, un auto de vinculación a proceso, una sentencia, una privación ilegal de la libertad por la policía, una multa, un despido injustificado, una urgencia médica, una ley que nos agravia...

Se anota lo anterior por la importancia de que se mantenga la independencia del Poder Judicial Federal como contrapeso frente a las decisiones del Poder Ejecutivo o el Poder Legislativo.

Pero esa independencia la ha puesto en riesgo el presidente Andrés Manuel López Obrador. El golpe que ha impulsado para desaparecer 13 fideicomisos del Poder Judicial, lo que ha motivado un paro de  trabajadores entre el 19 y 24 de octubre, forma parte del nocaut que pretende asestar el año próximo, ya asegurando que si MORENA y los partidos aliados ganan la Presidencia de la República y la mayoría necesaria en la Cámara de Diputados y el Senado, enviará una iniciativa para que altos funcionarios del Poder Judicial -ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistrados y jueces de Distrito- sean designados por el voto directo de la población.

Tal idea, que pareciera una ocurrencia más del presidente, no puede tomarse a la ligera, pues en cinco años en el cargo ha dejado numerosas constancias de arremeter con toda la fuerza contra las instituciones que no se someten a su visión, como sucedió con el Instituto Nacional Electoral o el Instituto Nacional de Transparencia,  Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

López Obrador quiere un Poder Judicial sometido, que no eche abajo sus iniciativas, como ha sucedido en los últimos meses con la ministra presidenta Norma Piña, al frente de la Suprema Corte.

Si bien el Poder Judicial, como otras instituciones, necesita tener cambios –hace unos años se conocía el abuso de magistrados y jueces que aseguraban algún cargo para familiares y amistades, pasando por alto a otros trabajadores-, suponer que la elección sea por el voto universal llevaría a que los próximos impartidores de justicia en el ámbito federal estén identificados con el gobierno en turno, como muchas veces sucede a nivel estatal: prácticamente es el gobernador del momento quien palomea a los magistrados, sobre todo cuando tiene de su lado la mayoría de diputados en el Congreso del Estado.

Ejemplos recientes de que es necesario mantener la independencia del Poder Judicial Federal son, en el ámbito local, la de algunos integrantes de MORENA: la reinstalación como jefe de gabinete del Ayuntamiento de Tepic de Alejandro Galván, a quien un juez de Control local suspendió a partir de un proceso penal que le fue instaurado; es decir, gracias a esa independencia de la justicia federal es que recuperó sus funciones por resolución de un Tribunal Colegiado.

La propia presidenta municipal Geraldine Ponce Méndez, que constantemente justifica las acciones del presidente López Obrador, ha recurrido numerosas veces a juicios de amparo. Apenas esta semana el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Civil le concedió una suspensión provisional que por el momento frena un par de multas que le impuso la Auditoría Superior del Estado de Nayarit (ASEN).

Otro ejemplo: hace poco un Juzgado de Distrito en Tepic paró al seco una reforma local a todas luces inconstitucional en materia de magistraturas del Tribunal Superior de Justicia.

La propia alcaldesa hace unas semanas reclamó en una transmisión en vivo que el gobernador mandaba en el Tribunal Superior, el Congreso del Estado y la Fiscalía General del Estado.

Justamente lo anterior anotado es que lo que no puede suceder a nivel federal: el Poder Judicial Federal no debe estar sometido al presidente de la República, del partido que sea.

La independencia del Poder Judicial es benéfica para todos. Suponer que los funcionarios judiciales sean elegidos por el voto universal haría un daño grande al país, pues estaría en riesgo el contrapeso de los poderes.

(El paro de trabajadores en una foto del Poder Judicial)