Suprema Corte decidió no atraer amparos de notarios, en riesgo de perder patente

* Serán tribunales colegiados los que resuelvan demandas de notarios nayaritas, titulares y suplentes.

* (Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit, por mínima vergüenza)

 

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidió no reasumir competencia para estudiar los recursos de revisión relacionados con el tema de notarios públicos suplentes en Nayarit y, aparentemente, también de los titulares.

Un acuerdo dado a conocer por el Primer Tribunal Colegiado en Tepic precisa que la Segunda Sala de ministros resolvió que las demandas sean estudiadas aquí, luego que a finales del 2022 el tema fue turnado al ministro Alberto Pérez Dayán para que analizara si la Suprema Corte podría ejercer la facultad de atracción.

La negativa de la Corte está asentada en el amparo en revisión 802/2022 del Primer Tribunal Colegiado de un notario suplente, lo que haría deducir que, probablemente, tampoco se efectuaría la atracción en las demandas presentadas por decenas de notarios titulares, dado que a ese número ha hecho referencia el Colegiado en asuntos remitidos a la Corte de titulares y suplentes.  

Como ha venido informando este reportero, entre otros puntos, los notarios titulares se duelen de que la Ley del Notariado para el Estado de Nayarit, publicada el 29 de abril del 2022, marca la edad de 75 años para dejar la función notarial, a menos que se apruebe una evaluación de aptitud ante un médico de la Secretaría de Salud Estatal.

Por su parte, los notarios suplentes reclaman que cuando se diera la oportunidad de aspirar a notario titular se les tenga que hacer un examen como marca la Ley del Notariado, a pesar de que, consideran, tal derecho ya se tenía desde el momento de ser suplentes.

Tras la decisión de la Suprema Corte de no atraer los amparos, los tribunales colegiados deberán resolver esos recursos de revisión.

Se estima que por lo menos una decena de notarios titulares ronda los 75 años o más, lo que haría suponer que, en caso de no ganar sus respectivos amparos, podría presentarse una nueva camada de notarios.