Un apunte: México se convirtió en el país que lo soporta todo

* Pero hay temas mayores, más allá de partidos políticos: el hambre, la pobreza, la delincuencia, la urgencia para tener un mejor sistema de salud.

 

Durante los tantos años de dominio del PRI en la Presidencia de la República y las cámaras de Diputados y de Senadores, se insistió en la importancia de que hubiera un equilibrio con otros partidos en las cámaras que hiciera frente a esa mayoría que atropellaba.

Se necesitó la participación de los ciudadanos con su voto para que ello fuera cambiando.

En los dos años y medio del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha hecho prácticamente lo mismo que el PRI: trizas la división de poderes, obedecido por la mayoría de legisladores de MORENA y sus aliados Verde y PT.

Pareciera que México se hubiera convertido en un país que lo soporta todo, y del que se aprovechan sus presidentes para cumplir sus arranques caprichosos. Si unos no terminaron de hartarse del corrupto enriquecimiento, los otros le sumaron la concentración de poder en una sola persona.

Hace unas semanas, López Obrador dejó constancia del riesgo de esto último cuando, primero en la Cámara de Senadores y luego en la de Diputados, los suyos acataron la orden de ampliar dos años la presidencia del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), lo que se ha advertido es inconstitucional. Es un precedente de advertencia.

 

Este domingo seis iremos a votar.

Es respetable la decisión que tome cada persona porque tampoco los partidos de oposición -PRI, PAN, PRD- tienen cara para que se confíe ciegamente que son la mejor opción.

Lo que sí representan en estos momentos es la necesidad de ser contrapeso frente al Poder Ejecutivo, especialmente desde la Cámara de Diputados.

De dos opciones, es posible que el presidente preferiría que sus aliados pierdan diversas posiciones en los gobiernos estatales, presidencias municipales, diputaciones locales, pero que se mantenga el dominio en la Cámara de Diputados que le sea fiel.

Sin embargo, al país le caería bien que viéramos al presidente dialogando con la oposición para sacar adelante las reformas que tengan que hacerse, pero poniendo antes que nada el interés de la nación, no el suyo.

En México hay temas mayores para todos, y no precisamente en los partidos políticos: el hambre, la pobreza cada día más cruda, la delincuencia que aterra y mata, que desaparece a personas, la urgencia para tener un mejor sistema de salud y que haya suficientes medicinas, la necesidad de más trabajo.

Vayamos a votar.

* Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit.