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26
Mar, Nov

Lo sucedido en la Suprema Corte no es un hecho aislado, y eso es lo más grave

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* La Suprema Corte, que tuvo la oportunidad histórica de decirle no al presidente, optó por convertirse en Corte y no en Suprema.

 

La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por mayoría de votos de seis ministros contra cinco, para declarar constitucional una consulta ciudadana que deriva en una pregunta  con miras a enjuiciar a ex presidentes, se enmarca en una serie de hechos graves y que no son aislados.

Si la Suprema Corte ayer no sólo se sumó a un hecho vergonzoso encabezada por el ministro presidente Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, de sumisión ante una ocurrencia –una más, como la  rifa del avión- del presidente Andrés Manuel López Obrador, esto último es, precisamente, lo más riesgoso: la acumulación de más y más poder en una sola persona con claras muestras de autoritarismo y que agravia a las instituciones.

La Suprema Corte, que tuvo la oportunidad histórica de decirle no al presidente, optó por convertirse en Corte y no en Suprema –ha citado una persona-, y hasta decidió enmendar la pregunta original propuesta por López Obrador, que era:

¿Está de acuerdo o no con que las autoridades competentes, con apego a las leyes y procedimientos aplicables, investiguen, y en su caso sancionen, la presunta comisión de delitos por parte de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto antes, durante y después de sus respectivas gestiones?

Y la pregunta final, confusa, quedó de la siguiente manera:

¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminados a garantizar justicia y los derechos de las posibles víctimas?

 

Con la resolución, la Suprema Corte permite al presidente su mayor afán: seguir en campaña, buscar influir directamente en las elecciones del año próximo. La pregunta va estar en una boleta. 

Ya muchos han advertido qué pasaría si la gente vota a favor de esos juicios, pero si la Fiscalía General de la República (FGR) no cuenta con pruebas contra alguno de los cinco ex presidentes o si los delitos ya prescribieron.

O a la inversa: ¿y si la mayoría vota en contra, cómo va quedar la Fiscalía, en caso de tener pruebas?

En México no puede ser que para llevar a juicio a alguien que haya cometido delitos, sea quien sea el personaje, se tenga que preguntar a la población.

Malo es que, sabiendo que cometieron delitos los ex presidentes, no se proceda penalmente. Eso es encubrimiento.

 

A favor de la constitucionalidad de la consulta votaron los ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Ana Margarita Ríos Farjat, Yasmín Esquivel Mossa, Alberto Pérez Dayán, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Juan Luis González Alcántara Carrancá.

Y en contra: Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González Salas, Norma Lucía Piña Hernández, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Luis María Aguilar Morales.

 

Se insiste: lo más grave es que no se trata de un hecho aislado, sino una repetición de actos con miras a acumular poder en López Obrador, que prefiere no hablar del coronavirus y la crisis económica. Ante todo, impone su agenda.

El presidente no sólo está minando a las instituciones, sino a las personas. Está acabando con la vergüenza de funcionarios que se suman con aparente gusto a una anunciada transformación del país pero que, lamentablemente, puede ir en sentido contrario.

Hay que repetirlo: lo de la Corte, no es un hecho aislado.

(En la foto, el ministro Arturo Zaldívar)

* Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit. 

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