* Para arribar a la sentencia de 75 años de un sujeto, fue crucial la presencia de una mujer que lo identificó frente a tres jueces.
El viernes 29 de mayo, un Tribunal de Enjuiciamiento conformado por los jueces José Ricardo Rodríguez Valdez, Karla Iveth Castro Curiel y Antonio Manuel González García impuso condena de 75 años de prisión a un individuo identificado como Oscar René “N” “N”, por el delito de secuestro.
La pena, que aún no está firme y podrá ser combatida ante una Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia, fue dictada luego de efectuarse un juicio oral en el causa penal 562/2018.
Pero para arribar a la sentencia fue crucial la presencia de la víctima, una mujer que durante dos días estuvo privada de la libertad en el 2018. Según se conoce, fue tan dramática la testimonial, que para poder realizarla se requirió, desde semanas previas, un trabajo integral de agentes del Ministerio Público y especialistas en psicología. El saber que volvería a ver al individuo generaba angustia a la agraviada, e incluso habría llegado a vomitar.
La semana pasada, cuando le tocó presentarse al Centro Regional de Justicia Penal en Tepic, estuvo a su lado una psicóloga, de quien de plano se agarró, de una mano, mientras emitía declaración. Temblorosa, lloraba.
Puesto que la agraviada se encontraba en una sala diversa a la del imputado, la juez relatora Karla Iveth Castro verificó que el interrogatorio realizado por una agente del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Investigación de Personas Desaparecidas se cumpliera debidamente. Para la Fiscalía resultaba determinante la presencia de la víctima.
La señora reconoció a Oscar René como uno de los dos hombres que, acompañados de una mujer, la privaron de la libertad a principios de abril del 2018, en la colonia Menchaca de Tepic.
Horas después del ilícito, la familia de la víctima inició su búsqueda, incluso colocando anuncios con su fotografía. Ello habría influido para que fuera abandonada por el rumbo de Xalisco.
La investigación inicial por desaparición de persona, se modificó por el de secuestro con agravantes.
La descripción de cómo la víctima debió ser apoyada emocionalmente para soportar que participaría en una audiencia, muestra las dificultades que se tienen cuando un asunto llega a juicio oral, especialmente cuando se trata de delitos sin mayores testigos, aunque ambas partes deban estar en salas separadas.
El fallo condenatorio de 75 años fue dictado de manera unánime por los jueces.
* Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit.
Agarrada de la mano de una psicóloga, una señora reconstruye el tormentoso secuestro
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