Ex regidor del PAN tiene orden de aprehensión por lesiones graves

* Una señora de 75 años espera justicia por graves heridas con botella caguama, lanzada por Víctor Ponce Castillo, al que se considera prófugo.

 

Víctor Ponce Castillo, quien en julio del 2016 era regidor por el PAN en Santiago Ixcuintla y golpeó con una botella tipo caguama a una señora que ahora tiene 75 años, continúa sin ser llevado a juicio a pesar de que se cuenta con orden de aprehensión.

Se trata de la agresión que sufrió la señora Rosalina Barrios García el 14 de agosto del 2016 en Santa Cruz de las Haciendas, municipio de Santiago Ixcuintla, hecho que se le atribuye a Ponce Castillo, según la versión de testigos.

La agraviada, que presentó graves lesiones en la cara, el cuello, un oído, esa noche fue trasladada a la cabecera municipal de Santiago y, posteriormente, al hospital del ISSSTE en Tepic. Su familia en todo momento le tomó fotos para acreditar públicamente lo sucedido. A esta fecha aún no se recupera del todo, además de que se trata de una mujer en edad avanzada.

Un dato que conviene citar es que, según ha trascendido, a principios de este año policías estatales habrían ejecutado la orden de aprehensión, sin embargo se le dejó en inmediata libertad, supuestamente porque existía un amparo.

Lo único cierto es que a este momento el ahora ex regidor panista no es llevado a juicio, a pesar de que el año pasado se giró la correspondiente orden de aprehensión.

De acuerdo con datos recogidos, al anochecer de ese 14 de agosto los ánimos se caldearon entre ejidatarios de Santa Cruz de las Haciendas, a propósito de los preparativos por las fiestas locales, algo que dividía a dos grupos.

Puesto que la señora Rosalina Barrios vive junto a la plaza del pueblo, aceptó que unos ejidatarios realizaran la fiesta en su patio para evitar la confrontación, lo que molestó a la parte contraria, en la que se encontraba el entonces regidor, identificado desde el primer momento como el responsable de lanzar la caguama.

A la fecha continúa la interrogante de por qué no se ejecuta la orden de captura, girada en el sistema de justicia oral y tratándose de lesiones graves; se le considera un prófugo.

Y es que no sólo se trata de que el sujeto enfrente los cargos, sino que se haga responsable de la reparación del daño, por los correspondientes gastos médicos que se han realizado.

(El probable agresor y la víctima)