Dictan auto de vinculación a proceso a “Comandante Jack”

* Su defensa pública pidió una valoración psicológica encaminada, se presume, a acreditar una mejoría en su comportamiento a fin de que en un futuro le sea retirada la prisión preventiva. 

 

Este martes, el juez de control César Octavio García Torres dictó auto de vinculación a proceso en contra de Jahaziel Espinosa Huerta, también conocido como “Comandante Jack”, como probable responsable del delito de lesiones intencionales en agravio del papá de quien fuera su pareja y con la que procreó una hija.

La audiencia de vinculación es la etapa en que la Fiscalía General del Estado (FGE) anuncia los datos de prueba en contra de un imputado. Para el caso, se ventilaron la declaración ministerial que rindió el agraviado el 17 de febrero último, puesto que aproximadamente a las ocho de la mañana de ese día, al caminar por la avenida De las Torres en la colonia Agrónomos, fue interceptado por Jahaziel que descendió de un vehículo para empezar a golpearlo. Su coraje era porque un juez había decretado que su hija –actualmente de unos cuatro años- quedaría bajo custodia de su mamá.

Otros datos de prueba fueron las versiones de la esposa y de un hijo del ofendido, que confirmaron las constantes amenazas por parte de Espinosa, o bien el dictamen de lesiones y la inspección en el lugar de los hechos, así como la valoración psicológica de la víctima, con sentimientos de frustración, impotencia, ansiedad.

Según la representación de la Fiscalía General, los datos son suficientes para dictarse la vinculación a proceso, situación apoyada por una asesora de la víctima, aunque, por el contrario, la defensora pública de Espinosa Huerta consideró que no había razón para ello puesto que, explicó, si la agresión ocurrió a las ocho de la mañana y en vía pública, por qué no se presentaron a otros testigos y no sólo a familiares que no vieron directamente los hechos.   

En una nueva intervención de debate, una agente del Ministerio Público y la defensora sostuvieron cada cual sus puntos de vista. La primera hizo alusión a otros hechos delictivos en que habría participado Espinosa, igualmente de violencia familiar, añadiendo que aún no se conoce la identidad de los conductores que circulaban por la zona cuando se produjo la agresión. 

De acuerdo con el juez García Torres, hay elementos suficientes para dictar el auto de vinculación a proceso, como el señalamiento directo de parte del ofendido.

A propuesta de la agencia ministerial y con la aceptación de la defensa, se concedió un mes de plazo para la investigación complementaria en que se buscarán, por ejemplo, cámaras de video entorno al lugar de los hechos o nuevos testimonios.

La defensora pública solicitó el auxilio judicial para que Espinosa Huerta sea valorado por un psicólogo en cuanto a su comportamiento, ello con el fin de acreditar que podría cambiar la medida de prisión preventiva que actualmente tiene, recluido en la penal de Tepic. Esa figura de prisión preventiva le fue dictada el viernes pasado y será revisada al cumplirse un mes.

Sin embargo, aún se desconoce si se iniciarán nuevos expedientes contra el “Comandante Jack” por violencia familiar; es decir, las carpetas de investigación a las que ha hecho alusión la representación ministerial.

Además de Espinosa, a la audiencia también acudió la víctima. Ninguno de los dos emitió comentarios cuando se les permitió el uso de la voz.

Un policía estatal permaneció de pie junto a Jahaziel, mientras que otro junto a la puerta de entrada a la sala de juicios orales.

Aunque el presente caso encierra una situación muy sensible, de violencia familiar, de las tres personas asistentes como público se notó que, cuando menos, hay dos señoras a quienes duele lo que está sucediendo pero pueden intercambiar palabras entre si. Se trata de la mamá de Jahaziel y la mamá de su ex pareja. Ahí estuvieron, con un buen comportamiento, separadas por dos butacas. 

Esto último no será parte de lo asentado en el expediente 1395/2017, pero el buen gesto entre ambas señoras hay que aplaudirlo. 

(Pasillo de salas orales. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)