* “A nosotros nos interesa encontrar una causal que afecta el consentimiento para ver si el matrimonio es válido o inválido, si en el momento que alguien consintió casarse era libre y tenía la capacidad de decidir”, explica el padre José Carmen Cantabrana.
De las causas –o procesos- que el Tribunal de la Diócesis de Tepic inicia por una solicitud para obtener la declaración de nulidad del matrimonio eclesiástico, en aproximadamente 80 por ciento los solicitantes son hombres.
Aunque existe una creencia mayoritaria de que el matrimonio religioso es para toda la vida -“hasta que la muerte nos separe”-, es poco conocido el recurso que se tiene para obtener la citada nulidad, a diferencia del divorcio civil que cada año puede sumar cientos de nuevos juicios en el estado.
Y el número de causas introducidas se mantiene. Por ejemplo, si en el 2001sumaron 20, en 2010 llegaron a 27, y en los siguientes años alcanzaron 25, 27, 30 y 29 en el reciente 2014.
El tribunal intenta no tener rezagos. En 2010 concluyó 18 asuntos, por 19 en 2011, 27, 23 y 20 en los años siguientes, respectivamente.
Los fallos que dicta el Tribunal Diocesano de Tepic no son definitivos sino que hay una segunda instancia, en Guadalajara.
El pasado 25 de diciembre, el obispo Luis Artemio Flores Calzada tomó posesión a los nuevos integrantes del tribunal: el padre Rogelio Ayala Partida es el vicario judicial, José Carmen Cantabrana Parra es vicario judicial adjunto, y Luis Alberto Uribe Gil es juez.
Por su parte, los abogados –que asesoran a quienes inician las causas- son el padre Juan Carlos González Pérez y Candelario Velasco, mientras que la defensa del vínculo matrimonial recae en Francisco Javier Santiago Dueñas y Fausto Ramos García. Al frente de la notaría del tribunal se encuentra Norma Elizabeth Martínez Véliz, quien proporcionó la estadística ya citada.
Aunque la mayoría de las personas que inician una causa no lo digan, son muchas quienes tienen una nueva relación estable y quieren contraer matrimonio.
Accesible y de buen trato, el padre José Carmen Cantabrana explica a este reportero, la mañana del martes 13:
“Aquí no se demanda una persona a otra. Se demanda al matrimonio, al sacramento. Alguien viene y nos dice que su matrimonio no es válido, pero nosotros investigamos y vemos si hay razón, pero si no, así va ser para toda la vida.
“Dentro del proceso tenemos que ver si hay causales, jurídicamente hablando. El Código de Derecho Canónico nos marca causales para decir si alguien es candidato a iniciar un proceso. Cuando una persona llega no podemos decir ‘ah sí, tú matrimonio es inválido’. No podemos dar una falsa esperanza, porque la verdad nos la va dar el proceso hasta el final.
“Nosotros, para saber si hay causales no sólo investigamos la vida en el matrimonio, sino desde antes. Hay causales que dañan el matrimonio y podemos hablar de una separación, no de nulidad, porque la causal sucedió en la vida conyugal, en el momento que ya estaban casados.
“A nosotros nos interesa encontrar una causal que afecta el consentimiento para ver si el matrimonio es válido o inválido, si en el momento que alguien consintió casarse era libre y tenía la capacidad de decidir”, por ejemplo si una mujer fue obligada mediante amenazas.
Por el contrario, ejemplifica que una mujer les cuenta que tuvo un buen noviazgo y que después de 20 años de matrimonio su esposo le fue infiel. “Espérame, eso no es una causal de nulidad matrimonial, eso es de separación. A nosotros nos interesa si su matrimonio es válido o inválido”.
De acuerdo con la explicación del padre Cantabrana, que está a cargo de la parroquia de la colonia Puerta de La Laguna, puede haber causas que tienen complicación o donde los involucrados son figuras públicas, por lo que el proceso puede ser enviado al Vaticano.
Cantabrana detalla que una vez que se presenta el escrito de demanda y se toma declaración, después se cita al ex esposo o ex esposa, según sea el caso. “Está la opción de que comparezca a declarar al tribunal, o que se le mande el formato para que lo conteste, o nos encontramos con que nos puede decir que no le interesa el proceso y que hagamos lo que sea. Después se presentan los testigos”.
- ¿Con qué historias se encuentran?.
- No te lo puedo decir, pero la verdad a veces es como decir: “te estabas tardando, tanto sufrimiento, desde cuándo. No te puedo decir más”. Es un trabajo bonito porque estamos administrando justicia.
- ¿Cómo interpretar que son mucho más los hombres que inician una causa?.
- La mujer se maneja más con el sentimiento, con la familia; una mujer una vez me dijo que ella no quería para no dañar a su hija, pero cuando su ex esposo lo hizo, ella aceptó.
EL MATRIMONIO, DÉBIL
Rector de la Catedral de Tepic, el padre Francisco Javier Santiago Dueñas, quien en alrededor de los últimos 15 años ha tenido diversos cargos en el Tribunal Diocesano, reflexiona:
“La realidad indica que el matrimonio actualmente es inconsistente. Con frecuencia constatamos que las parejas con facilidad se separan. En el ámbito civil hay miles, pero en lo religioso son menos porque está en la mente y en el corazón que es hasta que la muerte te separe.
“El tribunal busca ayudar a estas personas que no pueden tener acceso a los sacramentos de la confesión y comunión. Hoy más que nunca están más débiles los matrimonios e influyen muchos factores: lo económico, sigue el ambiente muy hedonista, situaciones donde no importan los valores de la familia y eso hace que no se viva como se debe”.
- Mucha gente no sabe de la posibilidad de venir a este tribunal.
- Casi no. Existe, y hoy como que se anuncia, y el objetivo es ayudar. Hay gente que viene caminando con la mentalidad de ‘esta cruz te tocó, esta cruz vas a sostener hasta la muerte’. Pero sí hay quien necesita ayuda, a veces la piden y a veces no, pero nosotros estamos dispuestos a ayudar, buscando tender la mano.
(Catedral, Cantabrana -de lentes- y Santiago. Fotos: Oscar Verdín/relatosnayarit)
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