* El caso UAN muestra situaciones que llaman la atención: la escasa información sobre qué generó la falta de pago, y el silencio del gobierno estatal.
La Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) ha sido en las últimas semanas como una universidad desconocida para las más recientes generaciones.
Si en los últimos años se hizo una costumbre ver y saber de paros de trabajadores en algún ayuntamiento del estado por falta de pagos, o de plantones por ello frente al Gobierno del Estado, la UAN parecía estar a salvo, el recurso seguro.
Ahora, sin la aún entrega de aguinaldo, pago de quincena y otras prestaciones, maestros y trabajadores iniciaron un paro este jueves por tiempo indefinido.
“Tengo más de 25 años trabajando y nunca habíamos vivido algo así”, comenta una señora, de guardia en un acceso a la UAN por la avenida De La Cultura.
Maestros y trabajadores permanecen en numerosos grupos en el interior del campo universitario.
Pero además de la falta del recurso, el caso UAN muestra otros escenarios que llaman la atención: la pobre información que se tiene sobre qué generó la problemática –el rector Juan López Salazar puntualizó esta noche, por televisión, que hay un problema en la Secretaría de Educación Pública para la entrega de un recurso extraordinario, y que ello afecta a diversas instituciones en el país- y por si fuera poco el silencio del Gobierno del Estado, como si la UAN estuviera en otro mundo y no en Nayarit.
Localizado en el exterior de la casa universitaria, Carlos Muñoz, dirigente del Sindicato de Personal Académico (SPAUAN) señala que no se trata de un problema local, sino nacional. Y respecto al silencio del gobierno estatal, alerta que aún cuando haya entregado el recurso que le corresponde, la UAN no sólo enfrenta un problema económico, sino que significa un asunto de estabilidad en el estado.
Ejemplifica que hay maestros que en la UAN ya hablan de una huelga, situación que no comparte.
El miércoles, avisados de que no habría el pago quincenal de enero, los sectores de maestros, trabajadores y estudiantes anunciaron la suspensión a partir de este jueves.
UNA OPORTUNIDAD
Urgida de dinero, ahora más que nunca la universidad necesita recursos como el del impuesto adicional que, mañosamente, muchos ayuntamientos y el anterior gobierno estatal dejaron de entregar. Basta recordar que el gobierno le adeuda más de 70 millones de pesos y ello pretende cubrirlo con la venta del terreno del ex estadio de béisbol.
Solitario en el paisaje de esta bronca financiera, cargando con la responsabilidad, el rector Juan López Salazar pareciera estar, irónicamente, ante una oportunidad histórica: la de impulsar una limpia en la Universidad Autónoma de Nayarit para transparentar recursos, para que la casa de estudios se deshaga de una vez por todas de quienes han vivido de ahí sin trabajar, de los “aviadores”.
Y para que se retiren recursos para privilegios.
(Fotos: Oscar Verdín/relatosnayarit)