* Lo era todo en una escuela sin reconocimiento oficial: director, maestro, conserje.
Cualquiera que hubiera escuchado a Basilio Barrios, el jueves seis, podría haber creído en sus palabras.
Tras la reja que comunica a los juzgados penales con la prisión estatal, Basilio había sido llamado para sostener un encuentro con varias mujeres, a quienes cometió fraude, diciéndose director de una escuela pero que en realidad era inexistente, puesto que utilizaba el registro de otro plantel educativo.
“Nada más que salga de aquí y les regreso su dinero, yo no quería hacer un mal a nadie. Quería hacer un bien. Yo no tengo familiares en Tepic, pero en cuanto salga busco la manera de pagarles”, insistía, con un semblante tristón.
Según se conoce, Basilio lo era todo en la escuela: director, administrador, maestro de todas las materias y conserje. Cobraba 120 pesos por semana, pero cuando alguno de los estudiantes no cubría el monto, lo ponía a distribuir volantes en el centro de la ciudad.
El jueves, una de las afectadas indicó que a ella le urgía recuperar sus documentos originales, entregados a Basilio, y ya no tanto el dinero o que continúe en la cárcel.
Además del delito de fraude, el sujeto es acusado de falsificación de documentos. Puesto que es nativo de otro estado del país, se teme que si recupera la libertad pueda darse a la fuga.
(Juzgados penales. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)