* La joven Vianey “N” reconoció su responsabilidad y fue condenada a 30 años de prisión.
* (Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit, por mínima vergüenza)
Durante una audiencia de procedimiento abreviado efectuada la tarde de este martes 29, una agente del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado (FGE) reconstruyó, prueba tras prueba, declaración tras declaración, lo sucedido la tarde del cinco de diciembre del 2021 en una casa de la privada residencial Insurgentes en Tepic –cerca de Ley Rodeo-, donde fallecieron el general retirado Ernesto y su esposa la coronela Maribel, también en retiro.
Ambos habían servido en el Ejército Mexicano como médicos cirujanos.
Además de hacerse referencia a videos de una gasolinería y del fraccionamiento Insurgentes, la abundante información fue vertida puesto que la imputada Vianey “N”, quien biológicamente es sobrina-nieta de la agraviada Maribel, aunque junto a su esposo Ernesto la adoptaron como hija, aceptó someterse al procedimiento abreviado y, en ese sentido, fue condenada a 30 años de prisión, el pago de 448 mil 100 pesos por concepto de reparación del daño, y una multa equivalente a 102 Unidades de Medida y Actualización.
Vianey fue acompañada de una defensora pública, en tanto que una familiar suya y de los fallecidos acudió como víctima indirecta y una asesora legal le brindó apoyó.
A espaldas de Vianey permaneció en todo momento una agente de la Policía Estatal Procesal, mientras que otro elemento estuvo en el acceso a la sala.
La narrativa resultó tan descriptiva, primero cuando se les dio muerte en la casa y luego se abandonaron los cuerpos cerca del estadio Arena Cora y se les prendió fuego, que la audiencia tuvo que ser interrumpida unos minutos para que la víctima indirecta pudiera estar en un lugar diverso y contar con apoyo psicológico.
El año pasado, otro imputado también aceptó someterse a un procedimiento abreviado.
El juez de Control que celebró la audiencia explicó a Vianey su derecho a tener un juicio oral, aunque igualmente le advirtió que en ese supuesto tendría que aceptar la sentencia que fuera dictada, a lo que ella se pronunció a favor del abreviado, lo que permitió que pudiera darse una condena negociada entre las partes.
Ante las diversas preguntas efectuadas por el juez, la joven de escasos 23 años respondió que reconocía su responsabilidad, aceptaba la condena de 30 años ofrecida por la agencia del Ministerio Público, lo que hacía de manera libre y voluntaria.
La condena fue por los delitos de homicidio calificado y el de inhumación y exhumación de cadáveres, con la figura de coautor material y actuando de manera dolosa.
Entre los tantos datos anunciados se dijo que Ernesto y Maribel vivían en la Ciudad de México pero decidieron venirse a Tepic porque especialmente a él le hacía daño el clima del centro del país. Al morir contaba con 86 años, mientras que Maribel tenía 62.
En procedimiento abreviado, detallan crímenes de general y coronela retirados
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