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Norma Galván, candidata a rectora: “estoy lista, tengo la capacidad sustentada con trabajo”

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* “Me comprometo a dar todo mi esfuerzo, a dar mis habilidades. A ser transparente, a ser honesta, a trabajar en equipo, a escuchar. No podemos hacer las cosas de otra manera.”

 

Norma Liliana Galván Meza aún no nacía cuando su papá Julián y su mamá Socorro, ahora maestros jubilados de educación básica, instalaron su casa en la colonia Menchaca, a una cuadra de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN).

“Tan cerquita nos quedaba la Universidad que desde que estábamos chiquitos nos llevaban, como decíamos coloquialmente, a ‘La Cultura’, la Ciudad de la Cultura. Mis cuatro hermanos, Oscar, Víctor, Carlos y Javier jugaban futbol y me tocaba ir a acompañarles.”

Galván Meza estudió la licenciatura en Ciencias de la Educación por la UAN, entonces ubicada en la cabecera municipal de Xalisco, y al mismo tiempo la carrera de Educación Especial.

En esos años de juventud se produjeron diversos hechos que, a la postre, significaron una ruta de la ahora doctora en Educación y candidata a la Rectoría de la Universidad.

Por un lado, realizó una estancia de investigación –conocido como Verano Delfín- en la Universidad Veracruzana, en Xalapa, respecto al análisis y seguimiento de tutorías en instituciones educativas, programa que la UAN quería implementar. Tenía 20 años.

En el último semestre empezó a trabajar en el Grupo Educativo del Valle donde hacía de todo: contestaba el teléfono, sacaba copias, atendía a profesores, padres de familia, realizaba planeaciones, estaba en juntas.

Tiempo después aplicó un examen de oposición y se ganó una base de Educación Especial en Tuxpan, atendiendo a niños de diversas escuelas y de donde es originario su papá. Ella era maestra de comunicación y lenguaje.

Pero la estancia en Veracruz motivó un acercamiento con las maestras Susana Nolasco y Elvia Morales, que encabezaban el proyecto sobre análisis de tutorías en la UAN. Fue así que, sin ser contratada, “me empiezo a empapar acerca de los procesos de la Universidad, particularmente con el tema de tutoría.”

De igual forma apoyaba al maestro Carlos Jiménez, responsable del Programa de Verano Delfín, “con el gusto de estar ahí, involucrada en esos procesos de estudiantes e instituciones.”

Para el 2004, con la llegada de la maestra Xóchitl Castellón a la Secretaría de Docencia, estuvo apoyándole un tiempo.

Más adelante pidió permiso a su plaza de Educación Especial y aceptó un contrato en la Universidad que ya no tendría reversa: renunció a su base en Tuxpan para entregarse a la UAN.

“La evaluación y la acreditación de los programas, el tema de seguimiento con los estudiantes, el vínculo con las escuelas, los planes de estudios. Todo eso me gusta muchísimo.”

Para el 2006 fue nombrada directora de Programas Educativos, además de dar clases en la licenciatura de Ciencias de la Educación.  

En el 2012, con la creación de la maestría en Educación, fue designada coordinadora.

“Trabajamos para incorporarla al Padrón Nacional de Posgrados de Calidad del CONACYT, que son una serie de indicadores que tienen que cumplir los programas y las universidades. Eso permite, además de la acreditación, que nuestros estudiantes pudieran estar becados.”

Ya en el 2016 fue nombrada titular de la Secretaría de Docencia, ahora Secretaría Académica.

- ¿Qué le entusiasma en la Universidad? – se le pregunta en entrevista con este reportero.

- La Universidad ha tenido un sentido muy importante para mí, no nada más como estudiante o trabajadora de la misma, sino por el papel que tiene en la sociedad y que podemos consolidar. Que a partir de la Universidad no sólo se visualice la posibilidad de que miles de estudiantes y familias puedan llevar a cabo ese propósito de vida de formarse, sino que también junto con la sociedad podamos llegar a hacer muchas cosas en favor de la misma.

“Si bien nuestros egresados son, como les digo, nuestra mejor carta de presentación, pero también, junto con ellos tenemos que estar actuando en conjunto respecto a cómo podemos visualizar de una mejor manera el crecimiento del estado.”

- ¿Qué quiere usted que sepa el universitario de Norma Galván?

- La idea que tengo en estas cerca de tres semanas es visitar las escuelas, las unidades académicas, los espacios y escuchar a todos; no va ser una campaña típica donde esté un presidium y un público. Mi idea es que junto con el director, directora, el profesor, la profesora, estudiantes, trabajadores, escucharlos, que nos digan su sentir y qué expectativa tienen. Qué podemos hacer ahí, juntos. Conozco todas las instalaciones del estado, algunas las he visto más que otras, sobre todo las de nivel superior, que eran de mi competencia.

- ¿A qué se compromete?

- A dar todo mi esfuerzo, a dar mis habilidades, a ser transparente, a ser honesta, a trabajar en equipo, a escuchar. No podemos hacer las cosas de otra manera.

“En este tiempo que he estado en la Universidad, al igual que en otros espacios donde me he desempeñado, puedo decir que soy lo que aprendí en casa, lo que me enseñaron mis papás. Me he manejado de manera honesta, responsable, y ante los encargos que me han encomendado, he estado siempre al pie del cañón. He tratado de ser congruente entre lo que digo, lo que pienso y lo que hago.”

- ¿Está lista?

- Estoy lista. Sé que implica un reto muy grande, sé la situación en la que nos encontramos, pero también en esa medida, con ese mismo conocimiento y formación que he tenido a lo largo de estos años, por eso mismo considero que tengo lo suficiente para poder enfrentar este reto.

“La preparación la van dando los mismos años, la experiencia se va adquiriendo, los lugares donde he estado, la visión de Universidad. Creo que es un buen momento para poder aspirar.”

Con una maestría en Tecnologías para el Aprendizaje por la Universidad de Guadalajara (UdeG), Galván Meza tiene dos hijas de 10 y seis años, a quienes llevó a su registro porque, aunque pequeñas, le dijeron que su trabajo la hace feliz.

- ¿Su trabajo le hace sentir felicidad?

- Sí, mucho muy feliz, me encanta. Por eso quise hacer parte de mi registro a mis hijas.

En referencia a su esposo Daniel Maldonado, director de la Unidad Académica de Salud Integral y quien fue dirigente de la Federación de Estudiantes (FEUAN), se le cuestiona:

- ¿A usted qué le genera eso, que se pueda decir que pudiera influir si usted llega a la Rectoría?

- Mi esposo y yo siempre hemos tenido una visión muy clara respecto a nuestro trabajo y nuestros roles en la Universidad. Cada uno ha tenido muy claro su papel. En los lugares donde me he desempeñado, siempre lo he hecho con la responsabilidad que implica el cargo, pero también con las capacidades de Norma Galván, yo como Norma Galván, cada quien en su ámbito de trabajo, en su espacio, siendo muy respetuosos de lo que hace el otro.

“Sí, es algo que me han manifestado algunas personas: ‘oyes, pero entonces podría incidir’. ¡No!, así como hemos sido respetuosos todo este tiempo, cada uno en sus cargos, así lo seguiremos haciendo, no tiene que ser de otra manera. Yo tengo el suficiente criterio, la capacidad, tengo las formas de trabajar con equipos, con personas, instancias, y no veo por qué tendría que ser distinto.”

- Usted podría ser la primera rectora de la Universidad, pero en todo caso lo importante es qué haces, cómo te entregas y qué resultados se obtienen.

- Sí, por supuesto, creo que a final de cuentas esta responsabilidad tiene que estar abierta a cualquier persona que tenga la capacidad, los conocimientos, la experiencia, la voluntad de aspirar y de ser; ahora, si soy mujer, bien, que bueno que los espacios estén en igualdad de circunstancias para participar y entonces sí que podamos mostrar quién representa la mejor opción en este momento.

“Yo, insisto que a partir de los conocimientos, la experiencia, se debe valorar la posibilidad de ser. Sí, existe la posibilidad de ser la primer mujer rectora, bien, pero además, sobretodo, respaldada y sustentada en el trabajo previo que he hecho.”

- La Universidad, ¿hacia dónde seguir?, ¿a dónde llevarla?

- Yo creo que no tenemos que olvidar la responsabilidad social que tiene la Universidad y si bien hemos trabajado en ella todos estos años de institución, estoy segura que en la medida que la sociedad y la misma comunidad siga sintiendo su valor, no nada más respecto a lo académico sino a lo social, en esa medida podemos seguir llevándola a niveles que a todos nos gustaría ver. Creo que tenemos que rescatar mucho ese gran valor que tiene la Universidad a través de la vinculación, la investigación con responsabilidad social.

- Cuando fue instalado el ‘tendedero’ en la Universidad –en marzo del 2020, con señalamientos de acoso en agravio de mujeres estudiantes-, usted acompañó al rector Jorge Ignacio Peña a recorrerlo. Hábleme de eso que muchas veces vive la mujer, que lo calla, ¿cómo abordarlo en la Universidad?

- Es un tema que ha estado presente en muchas instancias, no nada más en la Universidad, y la verdad y lo ha dicho el rector Jorge Ignacio Peña, es un tema en que la Universidad se encontraba en deuda. Ya fue aprobado para echarlo a andar. Se tiene que instalar o formalizar con un centro o una instancia que se encargue de operar y darle seguimiento, que esté en funciones y sepan las personas a donde acudir y una normativa que les protege y puede dar pautas a seguir para poder eliminar esto.

“Hace algunas semanas platicaba con un grupo de trabajo que ha impulsado de una manera muy decidida y formal todo esto, de una instancia que se encargue de salvaguardar los derechos de la mujer, de hacer sobretodo la prevención de la violencia de género. Coincido que es importante tomarlo no  como una acción de pasó esto y entonces tal. No, hablemos de la prevención de la violencia en todos los espacios, en las oficinas, las escuelas, las dependencias, pero también desde la formación que estamos dando y ofreciendo a nuestros estudiantes, desde el ejercicio de nosotros como profesores y como administrativos. Que permeé en esa medida y que todos tengamos claro qué no está permitido y no se debe hacer. Otras cosas que tenemos pendiente es la defensoría de los derechos humanos en la Universidad. Es algo en lo que se ha estado trabajado en los últimos años, según sé, y que a mí me gustaría mucho concretarlo.

- ¿Usted ha vivido actos de molestia de ese tipo?

- No, no. De hecho, en mi paso por la Universidad, hace unos años se me hizo una entrevista justamente acerca de las primeras mujeres en diversos cargos en la Universidad. Se me entrevistó como la primera mujer coordinadora de la Maestría en Educación;

bueno, ahí me preguntaron si había sufrido algún tipo de discriminación o alguna situación que me haya impedido a hacer algo o incomodado en algún sentido.

“Yo les decía y lo vuelvo a reiterar: yo no he sufrido de ningún tipo de abuso, la verdad desde que entré a la institución se me han abierto puertas mucho muy interesantes y me han dado la oportunidad, la posibilidad y la confianza de emprender proyectos de estar en espacios en donde he aprendido muchísimo de mí y con las personas que he convivido. Yo agradezco mucho eso.

“Por eso es que, todavía más pienso que tenemos que tener esas instancias para revisar los casos que se den, pero sobre todo, insisto, prevenirlos desde el ejercicio de todas las áreas, que permeé en todo sentido y me refiero desde los planes de estudio, el ejercicio de la docencia.”

- Por supuesto le preocupa la situación financiera de la Universidad.

- Me preocupa y me ocupa. Siendo parte de esta administración, era un tema que sí nos preocupó mucho, pero además incidía en el desarrollo de las actividades. Sí, si llegara a resultar electa, es un tema en el que me tengo que enfocar desde el día uno. Trazar la ruta.

- Como secretaria de Docencia, por supuesto usted resentía el impacto por los paros, las huelgas.

- Se detiene todo, por ejemplo si se anunciaba que se dejaría de pagar, entonces inmediatamente se me venía a la cabeza ‘el desarrollo de las clases, ¿qué vamos hacer con el período?, ¿cómo haríamos para solventar las clases con los estudiantes?, si recorrer el calendario escolar, ajustes, toda una serie de cuestiones en lo académico y administrativo.

- ¿Algún día crítico, producto de esto?

- ¡Ah, yo creo que muchos!

- Siendo usted secretaria fue el incendio en el Edificio Administrativo.

- Sí, un domingo 19 de febrero del 2017. Me avisaron a las cinco de la mañana y me fui al edificio, ya estaban los bomberos. Yo empecé a trabajar en ese edificio. Fueron emociones difíciles, de frustración, impotencia, vulnerabilidad como institución y como personas, y de tristeza evidentemente.

- ¿Qué es lo que no tolera?, ¿qué le irrita?

- Suelo ser muy paciente, a lo mejor también es parte de mi formación, me gusta mucho escuchar y creo que algo que sí me puede llegar a molestar es que alguien me quiera mentir y, también, el tema del no compromiso o la no responsabilidad de hacer las cosas. Me gusta la sinceridad, la claridad, la honestidad, así como yo estoy dispuesta a darla y la doy, espero reciprocidad en ese sentido.

-Hace unos días murió una señora y su hija en un hecho de violencia en Tepic; horas antes había fallecido un estudiante de Odontología en otro acto.

- Son hechos que no debemos normalizar, que nos deben indignar como sociedad y como universitarios. Yo insisto mucho en la prevención, hay cosas que podemos hacer desde muchos ámbitos, desde la familia. Como ciudadana y como mamá, me asusta y me preocupa que estemos en esas situaciones de vulnerabilidad, e incluso podría decir, de fragilidad.

- El tema de Luis Manuel Hernández Escobedo, su situación legal desde hace más de un año, líder sindical en la Universidad, ¿qué le dice?

- Es un tema que como universitaria y como compañero universitario lamento que esté viviendo, sin embargo soy muy respetuosa de los procesos legales que se estén llevando a cabo. Yo lo que deseo es que se llegue a un final justo dentro de las instancias.

- ¿Qué quiere sembrar en la Universidad y qué frutos quiere cosechar?

- Yo quiero seguir sembrando que en la Universidad todo puede ser posible. Podemos hacer muchas cosas y quiero sumar, quiero convencer y quiero que se tenga la confianza de mis compañeros universitarios para sumarse en esta idea de que podemos seguir haciendo cosas importantes, relevantes, que nos lleven a consolidar a nuestra institución.

“Pero también quiero sembrar, junto con mis compañeros, que la Universidad siga siendo ese garante del estado de la educación pública, que se tenga la certeza y la confianza para que los hijos y las hijas nos sigan prefiriendo como la mejor opción de formación que hay en el estado.

“Tenemos grandes investigadores, grandes profesores y profesoras. En los últimos años se ha trabajado mucho en la infraestructura, tanto para lo académico como para esquemas de investigación; eso quiero seguir sembrando, que todos nos sintamos orgullosos, los que trabajamos en la institución, los jubilados, los que egresan año con año, toda la sociedad.”

La jornada de elección de rector o rectora será el 31 de marzo. Los días ocho al 25 son de campaña.

(Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)

* Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit.

 

 

 

 

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