La renuncia de Polo

* Con la salida de Domínguez de Acción Nacional, el PRI podría tomar un segundo aire.

 

Con la renuncia de Leopoldo Domínguez González al PAN, en el que militó 20 años, el PRI tomaría un segundo aire, una mayor trascendencia en la próxima elección, especialmente si se alía con el partido que postule al aún diputado presidente del Congreso del Estado.

No resulta casualidad que hace unos días Domínguez y Manuel Cota Jiménez, ex senador del PRI, se reunieron de manera pública.

Acompañado de los también legisladores Rosa Mirna Mora Romano, Heriberto Castañeda Ulloa y Javier Hiram Mercado Zamora, que este lunes igualmente renunciaron a Acción Nacional, Polo Domínguez llamó “rajones” a los dirigentes nacional y estatal Marko Cortés y Juan Guerrero, respectivamente, como una evidencia de que preferían a otro personaje para ser candidato a gobernador.

En un mensaje a través de redes sociales, Domínguez aclaró que reconoce al panismo, pero reclamó “a sus mercenarias dirigencias” que “dejen de lucrar con el partido…”

 

No es desconocido que, paradójicamente, ha sido la dirigencia del PAN donde el diputado encontró el mayor obstáculo.

A diferencia del 2017, cuando contendió el actual gobernador Antonio Echevarría García, que, efectivamente, significaba un personaje con arrastre popular y Domínguez debió ceder, ahora no habría razones para suponer que el PAN necesitaba buscar en otro sitio.

Da la impresión que la dirigencia de Acción Nacional preferiría perder con otro individuo, a intentar ganar con Polo.

Habrá que ver si la renuncia de Domínguez es sólo al PAN, o si también se presenta un distanciamiento con el gobernador Echevarría.

(Foto tomada de Facebook)

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