* Si los universitarios se manifestaron en búsqueda de recursos para enfrentar la crisis financiera y obtuvieron el compromiso favorable del Congreso y del Gobierno, también se les pidió autocrítica y revisar las deficiencias internas y corregirlas.
Autoridades, estudiantes, maestros, trabajadores, si, miles de universitarios salieron este martes a las calles para demandar, para exigir el apoyo en la búsqueda de recursos y poder enfrentar la crisis financiera.
Y la respuesta fue buena, tanto del Congreso del Estado como del Gobierno del Estado, con un ingrediente: se les habló de la necesidad de que la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) también se revise al interior porque no todos sus problemas vienen de afuera. Algo tienen que corregir.
La palabra “¡exigimos!” debió ser repetida cientos de veces a través de un aparato de sonido en una camioneta grande, desde la Ciudad de la Cultura hasta el Congreso, primero, y luego en la plaza frente a Palacio de Gobierno.
Al frente de tantos marchó el rector Jorge Ignacio –Nacho- Peña González, que al arribar a la Cámara de Diputados puso un pie en dos manos que se entrelazaron y así fue ayudado a trepar a la citada camioneta, desde donde inició con un “¡viva la Universidad Autónoma de Nayarit!”, citando igualmente la urgencia para que el subsidio estatal aumente a favor de la casa de estudios y se reconozca el aporte que hace en la preparación de miles y miles de jóvenes nayaritas.
Decenas ingresaron al patio central del Congreso del Estado. El rector fue acompañado por los líderes de los tres sectores: Aarón Noel Verduzco Beltrán, estudiantes; Carlos Muñoz Barragán, maestros; y Luis Manuel Hernández Escobedo, trabajadores.
Fueron recibidos por diputados de las distintas fracciones políticas, encabezados por Leopoldo –Polo- Domínguez González.
Nacho Peña habló de la necesidad de que el subsidio estatal para la Universidad sea incrementado, que se aproxime algo más el 50-50 que se supone debe haber con el Gobierno Federal. Sin embargo, añadió, el subsidio estatal ronda por el 11 por ciento cuando la media nacional oscila en 33 por ciento.
Para entonces, el rector dio un primer aviso sobre la autocrítica por la que debe transitar la Universidad: manifestó a los legisladores la disposición para que, a la hora que quieran, dialoguen sobre la situación para que esta crisis no se vuelva a repetir.
- ¡Congreso, Congreso! –bromeó Polo, puesto que tras la intervención del rector se escuchó el “¡Universidad, Universidad, Universidad!”.
El diputado habló de la certeza y el compromiso público de que, desde el marco legal, el Congreso será aliado de la Universidad. Pero también señaló de la necesidad de otro compromiso: el de revisar, corregir y sancionar a los culpables de lo que está viviendo la casa universitaria. Que haya justicia, no venganza, dijo.
La manifestación iba tomando forma: los universitarios exigen, pero también se les exige.
El contingente se trasladó entonces a la plaza frente a Palacio de Gobierno, donde tuvieron intervención los líderes de los tres sectores que, dicho sea de paso, algo tendrán que analizarse puesto que, en la percepción de muchas personas, es ahí donde durante años y años se fue generando la crisis financiera. Pareciera –y así se ha planteado en otras notas- que en la Universidad todos están conscientes de la necesidad de un cambio, sí, pero siempre y cuando el cambio empiece con el de enfrente, no con uno mismo.
Acá, frente a miles, el rector habló del aporte que ha hecho la UAN, con profesionistas dispersos en instituciones públicas, en universidades, y claramente indicó que necesitaban el apoyo del gobernador Antonio Echevarría García para salir de esta crisis.
Frente a la siempre crítica sobre el manejo de los recursos, Peña utilizó la palabra “¡únete!” al citado apoyo, y se comprometió a que habrá transparencia y rendición de cuentas y cada peso será bien invertido.
Como representante del gobernador, el secretario General de Gobierno Jorge Aníbal Montenegro Ibarra subió al templete cuando ya iban avanzadas las intervenciones.
El funcionario estatal calmó a los universitarios: el gobierno estatal hará cuánto pueda para obtener los recursos necesarios de fin de año, pero también les dejó en claro: no todas las broncas de la UAN vienen de afuera.
Según sus palabras, Echevarría García dio instrucciones para que él y el secretario de Finanzas Juan Luis Chumacero “hagamos lo necesario para que en principio, los trabajadores de la Universidad tengan resuelta su condición de aquí a la conclusión del año. El secretario de Finazas tiene la instrucción de coordinarse con Rectoría para buscar el apoyo financiero”.
Tras el anuncio, que provocó aplausos, Montenegro atizó:
“Aprovechemos esta crisis económica para la reflexión, para la revisión de aquello que nos tiene sumidos en una condición financiera desfavorable, demos la lucha como hoy, con autocrítica, revisémoslo: el gobierno en qué hemos fallado con la Universidad, que la Universidad revise con sus órganos de gobierno qué cosas pueden mejorarse y qué se debe revisar y corregir.
“Nosotros sugerimos que revisen desde adentro, con pleno respeto de la autonomía, las deficiencias estructurales que pudiera tener la Universidad, porque yo tengo algo muy claro: no todos los problemas de las instituciones públicas vienen de afuera, a veces desde adentro las generamos, las incubamos y las aventamos.
“Revisémoslo, hay que revisar en principio la estructura del gasto que ha sido determinada desde adentro. Toca a ustedes revisar y adecuarse a la realidad. La Universidad es de todos, es para todos, y esta certeza no debe quedarse en retórica, debemos confirmar la condición pública de la Universidad. En ese sentido aclaremos: la Universidad, además de la autoridad, además de los sectores, de los trabajadores y de los estudiantes, también es de la sociedad, nos pertenece a todos, no es un patrimonio de los sectores universitarios, es patrimonio de los nayaritas y todos tenemos derecho a plantear, a exigir”.
Montenegro Ibarra, cuya familia ha dominado por décadas las Sección 20 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), machacó:
“Queremos dejar muy clara esta posición para que no haya malas interpretaciones. Este gobierno se manifiesta proclive partidario y respetuoso de posiciones laboristas, creemos en la defensa de los derechos de los trabajadores porque no vulnera la condición pública de las instituciones, lo que sí vulnera la condición pública de las instituciones es la visión gremialista.
“Separemos el laborismo del gremialismo. El laborismo asume defensa de derechos y el gremialismo asume que la institución pública se debe ceñir a las prácticas, a los usos y a las reglas internas de las organizaciones, pasando por encima del servicio que debe prestar a la sociedad.
“Hagamos esas revisiones con responsabilidad, con fraternidad y con mucha solidaridad. Hagamos a la Universidad sustentable, todos tenemos esa responsabilidad, desde dentro con racionalidad, con legalidad y con transparencia. Desde afuera nosotros tenemos la obligación con energía, con respeto, solidaridad y responsabilidad, de buscar las condiciones, los recursos, los instrumentos para que la Universidad sea mejor”.
Entre miles, con su uniforme azul y blanco, la maestra de la escuela de Enfermería Lourdes Páez participó en la marcha, convencida de la necesidad de ello y de que la Universidad debe corresponder con el mejor nivel posible de educación, con más investigación y más calidad hacia la sociedad.
El evento concluyó minutos antes de las 12 del mediodía.
(Fotos: Eduardo Daniel Verdín Cervantes/relatosnayarit).
La Universidad exige y le exigen
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