* En su toma de protesta, Antonio Echevarría reveló un dato que le fue proporcionado con un error: un lío en el COCYTEN por 482 millones de pesos…pero resulta que el problema no es en esa institución, aunque ahora su ex directora paga las consecuencias.
El pasado 19 de septiembre, cuando Antonio Echevarría García pronunciaba su discurso tras haber tomado protesta como gobernador del Estado de Nayarit, emitió una frase que desconcertó a Beatriz Quintero Hernández, directora del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Nayarit (COCYTEN). Echevarría se refería a diversas instituciones que recibía con graves problemas financieros:
“…y finalmente, en el COCYTEN el adeudo es de 482 millones 173 mil 264 pesos por la falta de aportación del Estado a fondos y el no pago del Impuesto Sobre la Renta”…
En ese momento, Quintero Hernández laboraba en las oficinas del COCYTEN y veía el evento político a través de Internet. Sin reponerse por la mención del gobernador, marcó al celular de Juan José González Parra, que fungía como enlace de recepción del nuevo gobierno, para preguntarle qué estaba pasando. Y González Parra pronto le confirmó: si, existía un error en la información que se proporcionó a Antonio Echevarría...el de la bronca de los 482 millones no es el COCYTEN.
Pero en una pronta reacción a las palabras del gobernador, el Consejo de Ciencia y Tecnología, y en especial Beatriz Quintero han sido tachados en información periodística local y nacional, y en ocasiones en términos poco gratos.
Beatriz confiesa lo que para ella ha significado ese error que no fue suyo: prepararse a sí misma, pero, sobre todo, a su familia y en especial a sus hijas por los embates despertados contra su persona.
Ese dolor interno queda marcado en sus ojos que se humedecen: “¡no soy ratera! y mis mejores años profesionales los di en el COCYTEN”.
El 29 de septiembre y el dos de octubre, Beatriz Quintero hizo entrega de la dependencia a Margarita Raquel López Sánchez, ahora encargada. De todas las diligencias y del más mínimo detalle dio fe el notario público Jesús Torís Lora, a petición de la directora saliente.
En el encuentro con este reportero, hay una sensación profundamente emotiva de la maestra de la unidad académica de Ciencias Químico Biológicas y Farmacéuticas de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), con permiso en los años recientes por su encargo público y sin goce de sueldo: esa esperanza de que el Gobierno del Estado acepte públicamente el mencionado error. Quintero confiesa, y así lo deja bien claro, que no tiene nada contra el gobernador, pero que se divulgó una información que ha dado pie para ser golpeada injustamente.
Ese 29 de septiembre, en una de sus últimas tareas como titular del COCYTEN, la docente dirigió a Echevarría García un oficio en el que describe la respuesta del Sistema de Administración Tributaria (SAT) sobre el Cumplimiento de Obligaciones del COCYTEN, de lo que anexa una copia. En uno de los párrafos se lee:
“En los controles electrónicos institucionales del Servicio de Administración Tributaria, se observa que en el momento en que se realiza esta revisión (las 14:13 horas del día 29) se encuentra al corriente con las obligaciones relacionadas con la inscripción al Registro Federal de Contribuyentes, la presentación de declaraciones y no se registran créditos fiscales firmes a su cargo, por lo anterior se emite opinión Positiva”.
Quintero Hernández tiene tiempo para bromear: si tuviera esos 482 millones se los daba al rector de la UAN, Jorge Ignacio -“Nacho”- Peña González, para que la casa de estudios pueda enfrentar la crisis financiera que la agobia.
Beatriz no se engaña. Si bien posterior al 19 de septiembre ofreció entrevistas para hablar de su trabajo en el COCYTEN, sabe que omitió referirse a una parte, esa que le duele por dentro a causa del mencionado error.
Luego de dejar constancia de su caso con Arturo Guerrero, director de Comunicación Social del Gobierno del Estado, que igualmente entendió su situación, la mañana del martes 17 vivió un choque emotivo consigo misma: casi al mismo tiempo que sabía de una nueva publicación que la agravia –lo que significó preparar nuevamente a su familia frente a ello-, a su casa llegó una cálida carta firmada por Federico Graef Ziehl, director Adjunto de Desarrollo Regional del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
El funcionario le aclara que escribe a nombre suyo y del director del CONACYT, Enrique Cabrero Mendoza. Entre otras cosas le dice:
“Por nuestra parte, queremos expresarle nuestro más sincero reconocimiento a la destacada labor que realizó como Directora General del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Nayarit. Estamos convencidos de que su contribución en el fortalecimiento e impulso en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación, ha sido de gran importancia en beneficio del desarrollo económico y social del Estado de Nayarit.
“Queremos agradecer a usted sus múltiples atenciones durante las tareas en las que tuvimos la espléndida oportunidad de haber coincidido y estamos convencidos de que tendrá toda clase de éxito en su próximo encargo por la gran labor que realiza siempre con ética y profesionalismo”.
En septiembre pasado, la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República le hizo llegar un reconocimiento, lo mismo que el Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C., e igual el Instituto para el Desarrollo de la Sociedad del Conocimiento del Estado de Aguascalientes, el Consejo Sudcaliforniano de Ciencia y Tecnología, el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, entre otras instituciones.
En el documento enviado al gobernador y con sello de recibido por el Despacho del Ejecutivo, la Secretaría General de Gobierno y el COCYTEN, Quintero Hernández explica que se tiene un adeudo de 87 mil 335 pesos por el “impuesto estatal del 2% por ciento sobre nómina”, pero a causa de la falta de un recurso solicitado pero no entregado por la Secretaría de Administración y Finanzas.
De igual forma, señala que el gobierno saliente no aportó tres millones de pesos para la aplicación de un Fondo Mixto con el CONACYT, nuevamente porque la Secretaría de Administración hizo caso omiso.
De todo ello necesitaba hablar Beatriz Quintero Hernández. Reconocerse. No dejarse caer. Es más, pide que a la hora que quieran se realicen auditorías a su gestión en el COCYTEN: “no teníamos recursos para muchas cosas y yo le ponía de mi bolsa. Hicimos más de mil 700 actividades, desde talleres, diplomados, concursos, divulgación, conferencias, o conseguimos apoyos para becas. No se vale. Esto me ha afectado profesional, personal y familiarmente. Sí me pega, sí me duele”.
Agradece a muchas personas que la han buscado para expresarle su respaldo, pero igual acepta que otras gentes ahora tienen un pretexto para ir en su contra.
Añade que la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, que se celebrará del 23 al 26 de octubre, la dejó prácticamente armada con la inscripción de más de 15 instituciones de educación.
Lastimada sin razón y con la esperanza de que hubiera una aclaración oficial, Beatriz –con una maestría y próxima a titularse como doctora por la Universidad Nova Southcaster, en Florida, Estados Unidos-, este martes se decidió a hablar para limpiar su nombre.
Si bien, como lo remarca, entiende que se trató de un error de información proporcionado al gobernador, ella esperaría una aclaración oficial.
Se trata de una disculpa que sigue esperando y que, de darse, mostraría a Antonio Echevarría García con constancia de encabezar, verdaderamente, un gobierno distinto, de cambio.
Un gobernador que acepta cuando hay un error.
(Beatriz Quintero. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)
La historia Beatriz-COCYTEN: una disculpa que sigue esperando
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