* Acción Nacional no pudo o no quiso mantener un proceso interno en mediana igualdad con dos personajes con posibilidades de llegar a la gubernatura.
El PAN está plasmando su peor versión al viejo estilo PRI.
Ya le había sucedido el nueve de febrero del 2015, cuando Alejandro Galván fue destapado como el candidato a una diputación federal, pero el dirigente estatal del PAN, Ramón Cambero, no pudo pronunciar el nombre del criticado ex gobernador Ney González, y menos la relación de éste con Galván.
Y le volvió a ocurrir al PAN este miércoles 30, cuando un sector panista dio madruguete al estilo priísta y anunció su respaldo a Antonio Echevarría García para que sea su candidato a gobernador.
Cualquiera que llegue a ser candidato, Echevarría o Polo Domínguez, lo observable es que el PAN no pudo o no quiso mantener un proceso interno en mediana igualdad con dos personajes con posibilidades de llegar a la gubernatura.
Y aquí se insiste lo ya apuntado en otra ocasión: si Toño y Polo aparecen al mismo tiempo en la boleta para gobernador, es altamente posible que ni uno gane porque dividirán el voto. El lugar es para uno de ellos.
Que Juan Guerrero haya sido quien anunció el destape del empresario, representa otro madruguete entre el panismo: dejar constancia de que, con Toño, él es el bueno para reemplazar a Cambero en la dirigencia estatal.
Un dato más: si bien a estas alturas y con diversos pretextos todos los aspirantes al gobierno ya hicieron precampaña: Manuel Cota, Raúl Mejía, Polo, Toño, “Layín”, el acto del miércoles podría haber dado más argumentos a los rivales del PAN para impugnar, en su momento, al propio Echevarría.
Hoy el PAN vive una versión al estilo PRI.