* El guardia de seguridad más cercano niega haberse percatado de ruidos extraños.
Le correspondió trabajar el domingo y su jornada concluyó la mañana del lunes. Es el guardia de seguridad privada en oficinas de la Secretaría de Salud que se encuentran a un costado del terreno del ex estadio de béisbol, donde fueron cortados a machetazos, la madrugada del lunes 28, más de 100 pequeños árboles plantados hace un año.
“Yo no oí nada. En la noche estoy un rato en la parte de enfrente y luego allá atrás. No se oyó porque seguramente traían machetes grandes y bien afilados, los árboles estaban chicos y con un machetazo a cada uno los cortaron”.
Este hombre, aparentemente mayor de 60 años, comenta que ha sido interrogado por otras personas sobre el mismo tema pero no se identificaron como policías.
La tarde del lunes, ante el reclamo social por el daño ecológico, el Gobierno del Estado se comprometió, en voz del secretario General de Gobierno José Trinidad Espinoza:
“Juntos, gobierno y sociedad habremos de dar con los culpables y contra ellos todo el peso de la ley, sea quien sea y a los intereses que sirvan”.
Así, de los autores materiales nada se sabe. Menos de los autores intelectuales. Nadie se ha adjudicado el cobarde ataque.
Como es del dominio público, el Gobierno del Estado pretende vender el terreno para pagar una deuda que dejó la administración anterior a la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), sin embargo un grupo de personas presentó un amparo para frenar esa operación, juicio que ya tiene más de un año y tiempo en el cual fueron sembrados los árboles, ahora cortados.
Foto tomada de Facebook.