* Pero aunque se anunció la muerte de la víctima y la captura de los implicados…no hallan el cadáver.
En diciembre del 2012, unas semanas después de que el empresario de origen español José Luis Crespo de las Casas reveló públicamente el secuestro de su hijo José Luis Crespo Llabres, la Unidad Especializada en Combate al Secuestro de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) presentó un informe que, se deduce ahora, terminó siendo clave para la identificación de los presuntos responsables del plagio.
Se trataba del seguimiento efectuado al número de celular utilizado por los delincuentes cuando tuvieron contacto con familiares de la víctima, durante la negociación a partir del cuatro de febrero del 2012 en que ocurrió el ilícito. Así se conoció que el celular –sin registro del dueño en la respectiva compañía- seguramente era utilizado por José Manuel Enríquez Cibrián y que, entre otros, mantuvo comunicación con un familiar cercano al que la policía pudo identificar y quien radica en Tepic. A partir de ahí inició la búsqueda de José Manuel.
Según la investigación, Enríquez Cibrián también habría formado parte de un grupo de sujetos que se dedicaba a otras actividades ilícitas en el municipio de Compostela, y que el año pasado optó por dirigirse a Estados Unidos, donde se encuentra preso por una falta cometida en años pasados.
José Manuel es nativo de Borbollón, municipio de Compostela, de donde también son los hermanos Emilio y Gamaliel Macareno Santiago, acusados por el secuestro y ellos sí, presos en la penal de Tepic.
La indagatoria incluye la versión de un familiar de Enríquez que detalla un cambio radical en su persona entre 2011 y 2012, especialmente en cuanto a poseer dinero y vehículos, aunque justificaba que ello se debía a su trabajo en Guadalajara. Desaparecía por días y volvía a regresar. La Fiscalía presentó una fotografía de Enríquez, cargando un arma larga.
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Pese al anuncio de la Fiscalía General del Estado de que José Luis Crespo Llabres fue ultimado después del plagio, el mismo día –se cree- que fueron entregados 520 mil pesos a los secuestradores, la consignación penal no incluyó el delito de homicidio puesto que el cadáver no ha sido encontrado.
El miércoles seis, dos días después del anuncio sobre el caso, se concretó una orden de cateo en una casa del fraccionamiento Puerta del Sol, por la calle Eclipse, donde la víctima habría estado secuestrada, muy cerca de su domicilio. El cadáver también ha sido buscado en brechas a las orillas de Tepic por el rumbo de San Cayetano, en el municipio de Xalisco y en Compostela. También hay un análisis respecto a osamentas encontradas en los últimos tiempos.
La pregunta es por qué fue ejecutado si su familia pagó por su liberación.
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De los tres consignados penalmente, sólo María de Jesús González Loera, de 25 años, negó ante un juez que tenga relación con los hechos, lo que sí aceptó ministerialmente.
También conocida como “Carolina”, esta muchacha habría tenido una relación sentimental con José Manuel Enríquez Cibrián y dio información sobre la familia de los españoles puesto que varias veces asistió a fiestas con ellos, se afirma.
Según la Fiscalía General, otros dos sujetos fallecidos en enfrentamientos, también participaron en el plagio.
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El día que se efectuó el pago, José Luis Crespo Llabres pudo hablar con su pareja, como una prueba de los secuestradores de que estaba vivo. “Cálmate, ya falta poco para que estemos juntos”, le habría dicho por teléfono.
La persona que llevó el dinero llevaba un celular a través del cual recibía indicaciones para cambiar de rumbo, previendo los delincuentes –se deduce- algún operativo de la policía.
Atendiendo la indicación de los maleantes, familiares de José Luis lo esperaron durante horas cerca del poblado El Limón, rumbo a San Blas, pero jamás apareció. Ya estaría muerto.
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Por cierto, del asunto tuvo conocimiento la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), tras de que José Luis Crespo de las Casas recurrió a medios de comunicación españoles y a la embajada de ese país.
El próximo lunes seguramente se dictará a los acusados auto de formal prisión por el delito de secuestro. Y mientras tanto continúa la búsqueda del cadáver, en la que participan decenas de policías.
(En la imagen Gamaliel Macareno. Foto: Fiscalía General)