* Niegan amparo al abogado Jorge Saúl Valencia Ovalle, quien en 2010 fue propuesto por Germán Goldman Serafín como su suplente, dos meses antes de su muerte.
El Primer Tribunal Colegiado con oficinas en Tepic negó un amparo al abogado Jorge Saúl Valencia Ovalle, presentado en contra de la Sala Constitucional Electoral del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), con lo que prácticamente quedó sepultada la solicitud que en 2010 hizo el entonces notario público Germán Goldman Serafín, dos meses antes de morir: que se reconociera a Valencia como su suplente.
A través del juicio de amparo directo administrativo 263/2015 y con votación unánime de sus tres magistrados, el Tribunal Colegiado no necesitó estudiar el fondo de la controversia sino que, se explicó, antes de recurrir al juicio de garantías debió presentarse un recurso de reconsideración ante el Pleno del ya desaparecido Tribunal de Justicia Administrativa, cuyas funciones ahora las conoce la Sala Constitucional.
“…se evidencia que no fue el desconocimiento de la existencia del recurso de reconsideración ni de las hipótesis en contra de la cual procede; tampoco el hecho de que el tribunal responsable no hubiere destacado de manera expresa que su determinación era recurrible a través de ese medio ordinario de defensa, lo que generó que el inconforme ejerciere su derecho de impugnación de manera extemporánea, sino el error en el cual este incurrió, por intentar diversa vía en su contra, lo cual solo le es imputable a su persona y no al órgano jurisdiccional responsable”.
Debido a la negativa del amparo a Valencia Ovalle, se declaró sin materia el amparo adhesivo interpuesto por Guillermo Loza Ramírez, beneficiado por el ex gobernador Ney González Sánchez con la notaría dejada por Goldman Serafín, la número 10 de la Primera Demarcación y con oficinas en el municipio de Bahía de Banderas.
Por separado, ya en junio pasado el Segundo Tribunal Colegiado resolvió otro amparo respecto a la notaría 10 y a Loza Ramírez, presentado por el notario público Jorge Rogelio Careaga Pérez, quien fue amigo de Goldman Serafín. Se concluyó entonces que Careaga no acreditó interés legítimo en el caso.
GOLDMAN ENTRE EMILIO Y NEY
El 29 de octubre del 2010, Germán Goldman Serafín dirigió un escrito a Ney González, solicitando que Jorge Saúl Valencia fuera designado su suplente.
Goldman Serafín falleció el 24 de diciembre del mismo año, sin ver materializada su petición. Sin embargo, unas semanas antes de concluir su gobierno y a toda prisa, Ney González otorgó varias patentes de notario, y precisamente la número 10 recayó en Loza Ramírez, un abogado desconocido en Nayarit, lo que seguramente habría disgustado al mismo Goldman.
Según datos ventilados hace tiempo por Valencia Ovalle, en 1987 y siendo presidente del Colegio de Notarios, Goldman Serafín recurrió a un amparo para oponerse a la designación de una decena de notarios públicos por parte del gobernador Emilio M. González Parra, papá de Ney González. A ese amparo se sumó el notario Roberto Villalobos, pero no prosperó.
Goldman reclamaría la facilidad con que se otorgaron las notarías a los amigos de González Parra, igual que sucede hoy.
Valencia, que durante unos años trabajó en la notaría de Goldman, pretendía que se le reconociera como suplente o al menos se le diera la oportunidad de participar en el respectivo examen. Pero jamás fue llamado. La notaría ya estaba apartada para Loza Ramírez.
Los gobernadores han convertido a las notarías públicas en premios para funcionarios leales o en pago por favores, en tanto que el respectivo examen se convierte en un mero trámite.
(Goldman al centro, con Valencia -de lentes- y el empresario Pepe Menchaca. Foto: cortesía)