* Linda Navarro, oficialmente aún esposa de Manuel Narváez, titular de Fortalecimiento Municipal del Gobierno del Estado, confirma que en 1994 fue inscrita como maestra de la Preparatoria 2, en Santiago Ixcuintla, pero no ejerce como tal.
* Su caso se suma al de Lupita Delgado, que mantiene una denuncia penal contra quien o quienes resulten responsable por el daño cometido a la Universidad Autónoma de Nayarit.
La presunta corrupción al interior de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), concretamente por el cobro de al menos una plaza de una maestra inexistente, empezó a apuntar a un apellido: Narváez.
Bastaron unos días de que la ingeniera agrónomo Martina Guadalupe Delgado Martínez “Lupita” detallara a Relatos Nayarit –el 28 de enero presentó denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado (FGE)- que desde 1991 su nombre es utilizado para cobrar un sueldo como maestra de la Preparatoria 2, en Santiago Ixcuintla, a pesar de que desde entonces se retiró como tal, para que brotara otro nombre con similar característica: el de Hermelinda Navarro Mora, mejor conocida como “Linda”.
La coincidencia entre los casos de Lupita y Linda parece contundente: también ella oficialmente sería maestra de la Preparatoria 2, pero no ejerce como tal.
Más: aunque existe un juicio de divorcio actualmente estudiado en apelación en una Sala del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), la señora Linda Navarro aún es la esposa de Manuel Narváez Robles, titular de la oficina de Fortalecimiento Municipal del Gobierno del Estado y antes secretario de Desarrollo Económico.
Tal y como se informó en Relatos Nayarit la semana pasada, entre las evidencias que Lupita Delgado presentó a la Fiscalía General se encuentra un contrato de depósito con Banamex, número de folio 111558, el cual está a su nombre pero niega cualquier relación. En el mismo aparece el nombre de un niño como su beneficiario, precisándose en el documento que es su “sobrino”, aunque ella no sabe quién es.
El contrato bancario habría servido para aperturar la cuenta donde la UAN deposita el sueldo como maestra y que otras manos han cobrado puntualmente, incluidas prestaciones como aguinaldo.
El nombre del niño conduce nuevamente al apellido Narváez, por parte de su mamá. El menor sería nieto de una hermana de Manuel Narváez, quien en el gobierno anterior fue, primero, secretario de Ney González Sánchez, y luego diputado por el PRI y presidente del Congreso del Estado, impuesto por Ney.
Una fama negra alcanzó al periodo de Ney-Narváez: la impresionante deuda para el estado y señalamientos de corrupción no investigados.
Pero ahora, de rebote, los casos de las señoras Lupita y Linda ya repercuten en la oficina de Roberto Sandoval, pues uno de sus altos funcionarios es chispeado por la presunta transa, y además en un tema que actualmente no pasa por su mejor momento: la UAN.
De acuerdo con el abogado Alfonso Nambo, maestro universitario y abogado de Lupita Delgado, la denuncia fue interpuesta contra quien o quienes resulten responsables, no contra alguien en especial, por lo que la investigación corresponde a la Fiscalía General del Estado (FGE).
Agregó que ya se solicitó a la FGE que se haga de un acta de nacimiento del menor que aparece en el contrato bancario para que sus papás expliquen la razón de ello, o si desconocían el uso del nombre del niño.
LA CORRUPCIÓN QUE TODOS SABEN
Una fuente universitaria que pidió el anonimato, explicó que un caso como el de la señora Lupita Delgado no podría darse si no existiera un control absoluto en la escuela de origen, en este caso la Preparatoria 2.
Y es que, precisó, durante más de 20 años los directores de esa escuela han sido integrantes de la familia Narváez Robles, uno de ellos precisamente el actual director de Fortalecimiento Municipal estatal.
De acuerdo con la fuente, antes del inicio de un semestre los directores de las escuelas entregan al departamento de personal de la UAN la carga laboral de cada maestro, por lo que el caso de Lupita Delgado Martínez hubiera sido detectado con facilidad con un directivo distinto a los Narváez Robles.
Y por si fuera poco, en ese sentido ocurre otra coincidencia: la subdirectora de personal de la Universidad Autónoma de Nayarit fue, durante muchos años, María Guadalupe Narváez Robles, también hermana de Manuel y considerada una funcionaria de las confianzas de Luis Manuel Hernández Escobedo, el dirigente del Sindicato de Empleados y Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nayarit (SETUAN) y actual diputado local por el PRD, para muchos el hombre con mayor peso en la UAN.
“NO HE COBRADO DE ESA PLAZA”
A mediados del 2012, Manuel Narváez Robles presentó una demanda de divorcio que continúa vigente, actualmente en una Sala del Tribunal Superior de Justicia.
Por su parte, su esposa Linda Navarro interpuso una denuncia contra Narváez, en la Fiscalía General del Estado, por el probable delito de enriquecimiento ilícito y la utilización de prestanombres para disimular su fortuna.
El 18 de junio del 2013, una nota de este reportero dio cuenta de ese asunto.
Buscada durante varios días, Linda Navarro Mora finalmente fue encontrada en un pasillo del Congreso del Estado. Había ido a buscar al diputado Hernández Escobedo.
Sus palabras fueron así: “¡yo nunca he cobrado un cinco de esa plaza de maestra en la Preparatoria 2, pero ahí está y tiene 21 años, desde febrero de 1994!”.
Actualmente pensionada, Navarro Mora fue maestra de preescolar e inspectora, adscrita a la Sección 20 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pero no maestra de la Universidad Autónoma de Nayarit.
Dice que su caso es conocido entre altos dirigentes sindicales y funcionarios administrativos de la UAN, pero “nadie quiere hacer nada. Todos trastabillan, todos”…
(Protesta en la UAN, en enero. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)
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