* Si para el jueves 15 no es pagado el aguinaldo a miles de maestros y trabajadores, habrá un paro permanente en la casa de estudios.
El día de reinicio laboral en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) quedó marcado por la incertidumbre. Un paro de trabajo porque aún no es pagado el aguinaldo a miles de maestros y trabajadores.
Así, estudiantes que recursan materias que han reprobado, o los estudiantes avanzados que cursan otras para concluir sus estudios más rápido, se quedaron afuera de la casa universitaria.
No habría clases. Los distintos accesos estaban cerrados y en cada uno de ellos algunos trabajadores avisaban de ello.
Además, se colocaron mantas con la leyenda: “Nunca más esta falta de respeto”, se leía, acompañada del logotipo del SETUAN, el Sindicato de Empleados y Trabajadores de la UAN.
Cientos de maestros encabezados por su líder Carlos Muñoz, lo mismo que trabajadores y empleados administrativos se concentraron en la explanada universitaria, frente a la Rectoría.
Los comentarios coincidían en que no tenían antecedente por la falta de aguinaldo. Si ya de por si la segunda quincena de diciembre se cubrió hasta los últimos días del año, cuando debió pagarse a mediados del mes pasado.
Luis Manuel Hernández Escobedo, dirigente del SETUAN y diputado local por el PRD, por medio de micrófono canalizó la asamblea a un estado que aún ofrece unos días de respiro: propuso que este martes se presenten a trabajar, pero que si el día 15 aún no les pagan el aguinaldo, habrá un paro permanente.
Pidió que levantaran la mano los que estuvieran de acuerdo, y así lo hicieron muchos, superando a los que se inclinaban porque ese paro iniciara de inmediato.
El mismo Luis Manuel Hernández calmó una propuesta de un representante de jubilados y pensionados, quien pidió que en ese momento se presentaran autoridades universitarias. Según Hernández, lo importante no era oír promesas de nadie, sino que el pago sea depositado.
Aprobado el acuerdo de esperar hasta el día 15, lo que siguió fueron círculos de plática entre conocidos, coincidiendo todos en que no tenían registro vivo de una situación así. El pago de aguinaldo siempre fue puntual.
Y es que parecía que nadie quería irse.
La incertidumbre va en aumento.
(Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)