* Una singular historia la de Elizabeth Rodríguez puesto que, sin ser propiamente una empleada de la Cámara de Diputados, consiguió un préstamo que resultó determinante para acreditar la relación laboral.
El Congreso del Estado pagó más de 400 mil pesos a una mujer que entre los años 2006 y 2007 fue asistente del entonces diputado priísta Luis Alberto Acebo Gutiérrez, a pesar de que la quejosa nunca fue propiamente una empleada de la Cámara de Diputados.
Hasta el 2014, el asunto de Elizabeth Rodríguez motivó un último intento del Congreso del Estado para evitar el pago, pero no fue posible por una sentencia firme dictada por un Tribunal Colegiado, misma que fue acatada estando ya en la presidencia de la Cámara el diputado Jorge Segura.
El caso de Elizabeth ilustra las bondades que existen en materia laboral, pero también quedaron sospechas sobre la posible responsabilidad que tuvieron funcionarios legislativos del área de administración.
La singular presencia de Elizabeth como asistente de Acebo inició luego de que reemplazó a una familiar, pero ninguna eran propiamente funcionarias del Congreso. El entonces diputado explicó en una declaración oficial que a Elizabeth le pagaba de las compensaciones extraordinarias que él recibía.
Sin embargo, y es ahí donde habría existido responsabilidad de funcionarios administrativos, durante su paso laboral cerca de Acebo, Rodríguez obtuvo un préstamo de la Cámara que acreditó, en su demanda, mostrando varios recibos de los abonos que efectuaba. “Abono a su préstamo”, se lee en los recibos en documento oficial y con sello de por medio.
Esos recibos fueron determinantes para que el Primer Tribunal Colegiado concluyera que sí se acreditaba la relación laboral del Congreso con Elizabeth y le concedió el amparo para que fuera indemnizada.
Si bien el pago debía acatarse a finales de la presidencia legislativa de Armando García Jiménez, concluido el juicio que duró más de siete años, éste se prolongó a los tiempos de Jorge Segura y, para evitar el desacato, se cumplió con la resolución.
Según se conoce ahora, en el 2007 la ex asistente de Acebo solicitaba unos 12 mil pesos de indemnización, pero la petición le fue negada. Ocho años después y tomándose en cuenta salarios caídos y otras prestaciones, la suma se multiplicó notablemente.
(El Congreso del Estado. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)