* Durante el paro estatal de este miércoles, el SUTSEM llevaba preparadas sus tonadas: “no más caballo/no más Canelo/queremos aumento/lo merecemos”.
Con micrófono en mano, Águeda Galicia Jiménez dio cuenta del distanciamiento con el gobernador Roberto Sandoval Castañeda:
Habló de “tres años batallando con esta administración. Ya vendrán mejores tiempos. No son eternos, tienen los días contados. No son los dueños del estado; una autoridad está para servir al pueblo, no para servirse del pueblo”.
En la plaza frente a Palacio de Gobierno, encabezando el paro estatal del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SUTSEM), Galicia Jiménez sonrió cuando sus seguidores coreaban el “¡eeehhh puuuutoooo!” cada vez que se hacía referencia a un funcionario público.
Y además, llevaban preparada una tonada dedicada al titular del Poder Ejecutivo: “no más caballo/no más Canelo/queremos aumento/lo merecemos”.
Y añadía la cancioncilla: “¿y dónde está el dinero?/debajo del sombrero. ¿Y dónde está el dinero/debajo del sombrero?”.
Galicia Jiménez, cuyo cacicazgo en el SUTSEM enfrenta la administración de Sandoval, animó a la unión de todos los sindicatos porque la situación en el país, dijo, es contra los trabajadores y el pueblo. “Nos quieren llevar a una situación de esclavismo, en complicidad con diputados y senadores”.
Habló también de la miseria en que viven muchas familias en el estado y de la corrupción en las instituciones. En el SUTSEM, añadió, “no pedimos limosna, no les estamos vendiendo chiles ni jitomates”, sino una fuerza de trabajo.
Se refirió a su larga militancia en el PRI y cómo ha ido forjándose el sindicato, “para que ahora venga un gobernador a regatear lo que ya tenemos. A regatear”…
Recordó que en el Fondo de Pensiones hay una deuda del gobierno estatal de 500 millones de pesos, por lo que se preguntó dónde quedó ese recurso.
“¡Que paguen, que paguen, que paguen!”, se escuchó entre algunos manifestantes. “¡Fuera, fuera, fuera!”, añadían otros.
Al mismo tiempo, una señora asistente al mitin –por el lado del hotel Real de Don Juan- sufrió un desmayo y fue llevada en brazos hasta una ambulancia.
La dirigente –cuyo nuevo periodo al frente del comité sindical no es reconocido por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje- hizo referencia al secretario General de Gobierno, Pepe Espinoza, que el martes la recibió “con amabilidad y besito de cachete”, pero cuyas reuniones con frecuencia “son una pérdida de tiempo. Estamos hartos de mentiras, de atole con el dedo. ¡Ya estoy empachada!”…
Contrario a las críticas a funcionarios del Gobierno del Estado, Águeda Galicia suavizó cualquier apunte al Ayuntamiento de Tepic. Dijo que “hay voluntad del presidente municipal” para cuando menos estar pagando puntualmente las quincenas a los trabajadores.
“¡Polo, Polo, Polo!”, corearon grupos de asistentes, refiriéndose al alcalde de Tepic.
A lo largo de las horas que duró el paro laboral, varias veces se anunció por micrófono las prestaciones que el ayuntamiento pagaría entre este miércoles y la próxima semana.
“Está nublado. La voz del pueblo es la voz de Dios”, señaló Águeda Galicia en la parte final de su intervención. Traía puesto un saco, que luego se quitó para dejar visible la camiseta blanca con una leyenda de que Nayarit es primer lugar en violación a los derechos de los trabajadores.
Se refirió a los esquiroles y a los malos funcionarios, a quienes la multitud dedicó el “¡eeehhhhh puutoooo!”.
Pero quien rompió el juego de palabras fue un sujeto al lado de Galicia, que tomó el micrófono y lanzó una ofensa a funcionarios estatales: “¡hijos de su puta madre!”, gritó, sin que generara eco alguno y, por el contrario, algunos de los asistentes reprobaron su comportamiento.
Águeda ni nadie le llamaron la atención por la ofensa.
(Águeda Galicia este miércoles. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)