* Luis Manuel Hernández Escobedo, del PRD, y Felícitas Parra Becerra, del PAN, no asistieron a sesión, lo que facilitó la suma de votos del PRI, PT y Verde a favor de José Alfredo Becerra Anzaldo, Francisco Javier Rivera Casillas y Zaira Rivera Véliz.
Cuando los coordinadores de las fracciones del PRD y PAN, Sonia Ibarra Fránquez y Ramón Cambero Pérez, respectivamente, hicieron uso de la voz en el Congreso del Estado para reclamar la forma, arrasadora, con que el gobernador Roberto Sandoval Castañeda impulsó a los ahora elegidos magistrados del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), José Alfredo Becerra Anzaldo, Francisco Javier Rivera Casillas y Zaira Rivera Véliz, pasaron por alto un aspecto que resulta importante: la autocrítica.
Y es que nadie mejor que ellos sabía que si los seis diputados del PAN y los cinco del PRD votaban en contra, la designación de los tres abogados se caía legalmente, pero ambas fracciones no pasaron la prueba a la que los sometió el gobierno de Sandoval Castañeda.
Algo sucedió para que se agrietaran.
Además de Sonia Ibarra, por el PRD votaron en contra Pavel Jarero Velázquez, Eddy Omar Trujillo López y José Ángel Martínez, pero Luis Manuel Hernández Escobedo…no asistió.
Aunque trascendió que el también dirigente del Sindicato de Empleados y Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nayarit (SETUAN) acudía a un evento gremial fuera de la ciudad, también se conoce una cercana amistad con Francisco Javier Rivera Casillas desde hace años, y era obvio que no votaría en su contra.
Y por el PAN la situación fue aún más singular.
En contra de la propuesta votaron los diputados Cambero, Martha Rodríguez Domínguez, Ivideliza Reyes Hernández, Javier Mercado Zamora y Elsa Nayeli Pardo Rivera, mientras que Felícitas Parra Becerra no asistió a la sesión legislativa, la segunda del día con diferencia de unos minutos, pero sí estuvo presente en la primera. Es decir, a la hora buena y cuando se trató de votar, de plano desapareció.
La creencia de que Felícitas Parra inclinaría la balanza a favor de la propuesta del gobierno fue obvia cuando la tarde del miércoles, durante la comparecencia de los integrantes de las ternas ante la Comisión de Gobernación, hizo un público reconocimiento a la terna integrada únicamente por mujeres y fue evidente que el comentario no agradó a su coordinador Ramón Cambero.
Y si a lo anterior se suma la ausencia del diputado por Movimiento Ciudadano, Manuel Carbonell Ortega, debido a un conocido asunto de salud, el gobierno y el PRI y sus aliados del PT y Verde, ya no necesitaban un mínimo de 20 votos para sacar adelante la designación, sino 18.
Y así fue. 18 a favor y nueve en contra.
Así, en realidad la balanza la inclinaron Luis Manuel Hernández y Felícitas Parra, no los 15 diputados del PRI, dos del PT y uno del Partido Verde que sumaron los 18 votos necesarios.
A la oposición, pues, le tenían bien tomada la medida. El gobierno sabía por dónde flaquearía.
Y tan emocionado estaba el presidente del Congreso, Jorge Segura López, que cuando anunció el resultado del cómputo, primeramente dijo que había “18 votos en contra”, pero luego corrigió añadiendo que eran a favor.
Para entonces, los nueve diputados del PAN y PRD salían de la sala legislativa. No se quedaron a los aplausos.
Unos minutos después –otra prueba de que el asunto ya estaba resuelto-, se tomó protesta a Becerra Anzaldo, Rivera Véliz y Rivera Casillas, que en los próximos días y semanas –en fechas distintas- asumirán el cargo de magistrado por los siguientes 10 años.
De esa forma, el apunte de Sonia Ibarra en el sentido de que la Cámara de Diputados parece una oficialía de partes del gobernador, o el dicho de Ramón Cambero de que no se respetó la dignidad de los diputados, también debería incluir que el PRD y el PAN tuvieron la oportunidad histórica de rechazar las propuestas, lo que hubiera obligado al gobernador a enviar nuevas ternas de abogados.
El gobernador les puso sobre la mesa un asunto para que les brotara la casta de diputados de oposición.
No lo hicieron.
Debería ser momento de que a ambos grupos de diputados les llegue la autocrítica.
(Castellón Fonseca, Eddy, Sonia, Cambero y Martha. Foto: PRD)