* Ahora resulta crucial en el juicio estudios psiquiátricos para conocer si, como se cree, José Darío Martínez es un enfermo mental, lo que vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de un hospital psiquiátrico en Nayarit.
Hace poco más de un mes, en Las Palmas, municipio de Ahuacatlán, José Darío Martínez Hernández disparó con un arma de fuego contra su mamá, María Alicia Hernández Mendoza, de 50 años, matándola de nueve balazos y atacando de otras formas el cadáver.
Para principios de octubre, la Fiscalía General del Estado (FGE) anunció la captura del individuo de 25 años de edad que se había mantenido prófugo.
Pero, ¿por qué un muchacho podría matar a su madre así, fríamente?.
A disposición del juez de Ahuacatlán René Margarito Gómez Ramón con el número de expediente 70/2013, José Darío está recluido en la penal de Tepic.
Su defensa legal, se conoce, recae en un defensor de oficio que aún no solicita lo que podría resultar una prueba crucial en el juicio: un estudio psiquiátrico que confirme lo que no pocos creen: que se trataría de un enfermo mental y, si es el caso, resultaría no culpable –legalmente- de lo sucedido.
A estas alturas, el juzgado ya dictó a José Darío auto de formal prisión como presunto responsable del delito de homicidio calificado.
Siempre de manera extraoficial, diversas fuentes de información explicaron a este reportero que en especial una de sus hermanas ha solicitado que José Darío no salga libre, porque ella también le teme.
También se indicó que durante las entrevistas que se le han practicado por distintas autoridades y peritos, desde su detención, es común que caiga en incoherencias, lo que resta valor a su dicho.
Un familiar habría indicado que los problemas mentales de José Darío iniciaron cuando era niño y atestiguó el asesinato de un pariente cercano, al parecer su papá.
Anteriormente el muchacho habría tenido atención psiquiátrica.
“Nosotros no podemos aportar pruebas, sino que estas recaen en la defensa, que en este caso es de oficio. Es un caso de atención porque hemos recibido versiones de que podría tratarse de un enfermo mental, un loquito, pero eso lo va determinar un psiquiatra”, indicó un funcionario del Poder Judicial cuestionado.
Ya un médico general que revisó las condiciones de salud del detenido consideró, aunque sin ser especialista en el ramo, que José Darío sufriría trastornos mentales.
CRUDA COINCIDENCIA
Así entonces, de confirmarse que se trata de un enfermo mental, el caso José Darío tendría una paradójica coincidencia en el tiempo: la de la pronta construcción por el Gobierno del Estado del Auditorio de la Gente en el que se invirtieron más de 160 millones de pesos, y la donación de tres hectáreas, también impulsada por el gobierno, para una filial de la empresa Sumitomo.
El caso José Darío es como un grito para que también, con la misma prisa se impulse la construcción de un hospital psiquiátrico en Nayarit.
Pero, ¿y ese hasta cuándo?...
(José Darío. Foto: Fiscalía General del Estado)
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