* La ex presidenta municipal se ha reunido con reporteros para insistir en la importancia del cuidado de los recursos naturales y el que cada quien en sus familias eduque a sus hijos en ese sentido.
* Advierte que los gobernantes que van por la riqueza personal, siempre impactan al medio ambiente, concediendo permisos irregulares.
Involucrada ya decenas de años en defensa del medio ambiente, en la concientización para cuidar los recursos naturales, la flora, la fauna, el agua, María Eugenia Jiménez Valenzuela habla de la importancia de que a los gobiernos lleguen personas que vean por el sentir social, no por el poder político en si.
Y es que, cuando es lo segundo, generalmente lleva a los funcionarios a situaciones indebidas que terminan impactando negativamente: la corrupción para el otorgamiento de permisos irregulares de todo tipo, por ejemplo la sobreexplotación de minas de materiales en el cerro San Juan, la construcción de fraccionamientos como el Pedregal de San Juan, sin importar el riesgo para quienes ahí viven. Y similar situación se comenta con ella, respecto al cerro La Cruz, lastimado en su cima, dañado a finales de los años 90, precisamente por intereses políticos.
O esa misma corrupción que agravia a campesinos: cuando les va bien en sus cosechas, ahí están los “coyotes” para quedarse con la mejor parte, pero solapados desde el gobierno, que terminan siendo lo mismo.
La ex presidenta municipal –suplente de Justino Ávila y a su muerte arribó al cargo, considerada como la mejor administración en muchos años que ha tenido Tepic- se ha reunido con un grupo de reporteros para insistir en la importancia del cuidado de los recursos naturales y el que cada quien en sus familias eduque a sus hijos en ese sentido. Y es que, advierte, si esto no cambia partiendo de lo individual, la tendencia es que no pasarán cientos de años, sino tan sólo unos cuantos para que el planeta presente daños irreparables.
La de Jiménez Valenzuela es más que una conferencia de prensa. De pie, ofrece comentarios mientras son proyectados videos en un restaurante del centro de Tepic. En especial se presenta una entrevista con Julia Carabias, ex secretaria del Medio Ambiente del Gobierno Federal, que comenta que en estos tiempos aún hay gente que cree que el agua sale por la llave y los alimentos del refrigerador, pero no advierten la importancia de cuidar los recursos naturales que generan todo ello.
Jiménez Valenzuela habla porque, agrega, no quiere llevarse este su sentir social cuando muera y a ninguna parte, y por ello busca el encuentro con reporteros que puedan transmitir que de este asunto nadie se escapa porque las repercusiones serán por parejo.
Urge, pues, a la conciencia de cada ciudadano en sus familias, y a cambios importantes en las políticas públicas de los gobiernos.
Aclara que no está en contra de todo y a favor de nada, y ejemplifica que en Nayarit podrían aplicarse políticas para impulsar el turismo ecológico, dada la riqueza natural con que se cuenta en el estado, pero también advierte de la grave contaminación en el río Santiago que termina en nuestros litorales.
Algunos medios de información piden a la ex presidenta municipal declaraciones en corto, frente a sus cámaras, y atiende cada una de las preguntas. Le preocupa que en una de esas el cerro de San Juan pueda cobrárselas a su manera, desgajándose, por la construcción de fraccionamientos, como el Pedregal de San Juan, en áreas naturales que debieron ser respetadas.
Y es ahí donde alerta e insiste el peligro que representan los gobernantes que llegan al cargo apartándose de un bien social, y por el contrario sólo buscan la riqueza personal y la de los amigos.
Personajes así, explica, siempre se verán involucrados en actos de corrupción y dañarán los recursos naturales porque otorgarán permisos de todo tipo sin medir el impacto ambiental. Y para no ir lejos recuerda los casos de las granjas Acuanova y cómo se dieron los permisos para la construcción de Forum Tepic, un lugar al que, dice, por congruencia consigo misma, nunca ha visitado.
Jiménez Valenzuela resume: si no existiera esa corrupción en los gobiernos, cómo es que florecen los “coyotes”, quedándose con las ganancias de los productores del campo.
(María Eugenia. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)