* Los jóvenes de Ayotzinapa muestran que el país no puede seguir así, con un encubrimiento oficial entre poderosos y tanta corrupción.
Los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa son, metafóricamente, quienes han encontrado a muchos otros que ya habían sido olvidados: los tantos ejecutados y cuyos cuerpos no dejan de brotar en fosas clandestinas en los alrededores de Iguala.
Son esos 43 jóvenes que no encuentran, lo que ha motivado el hallazgo de tantos cadáveres. Si no, jamás los buscan.
¿Cuántos sitios en México estarán así?. Para no ir lejos, ¿cuántas fosas clandestinas habrán sido cavadas alrededor de Tepic durante los terribles años de violencia?. Y ahí seguirán.
Los jóvenes de Ayotzinapa han llevado al país a tocar fondo. Hoy en el mundo se exige que los encuentren vivos.
El caso de los estudiantes ha mostrado, por si había duda, que la llamada “clase política” no hace más que encubrir desde el mismo poder. Y los partidos políticos en las mismas. Todos.
Resulta imposible creer que los sistemas de inteligencia del Gobierno Federal no hayan tenido conocimiento de los terrenos en que se movía el ahora ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, al igual que su esposa María de los Ángeles Pineda, a quienes se achaca la agresión a los muchachos.
La corrupción y la relación de ambos con grupos de delincuencia organizada.
Pero ahora resulta que en un dos por tres se documenta todo sobre la pareja Abarca Pineda. Eso simplemente ya se sabía, pero se encubrió. Y para confirmar ese siempre encubrimiento entre los poderosos, dejan fugar a los Abarca en pleno escándalo por la desaparición de 43 y la muerte de otros jóvenes.
“Caiga quien caiga”, “tope donde tope”, “cero impunidad” suelen expresar los altos funcionarios –creo que en todo el país- para calmar los reclamos sociales. Pero generalmente las frases terminan huecas, que representan una más de las mentiras desde el poder.
El “caiga quien caiga” podría ser la mayor mentira de un gobierno. Eso si, suele aplicarse cuando los grupos que ostentan el poder pelean por él, cuando chocan entre ellos, pero no porque haya un seguimiento puntual de investigación contra funcionarios y políticos corruptos.
¿Cuántos funcionarios corruptos arroja cada administración de gobierno, millonarios?. ¿Cuánto robo, saqueo, se produce con total impunidad y cinismo?. ¡Y cuánto encubrimiento oficial!.
Hoy los jóvenes de Ayotzinapa muestran al mundo, con crudeza, todo eso junto.
El país no puede seguir así y hoy está tocando fondo, aunque, lamentablemente, para ello hayan matado a estudiantes y otros 43 continúen desaparecidos.