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Dom, Abr

Queda preso Tiburcio por homicidio del motociclista que arrastró más de un kilómetro

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* Imputan homicidio calificado porque sujeto no se detuvo tras impacto, sino que arrastró a víctima mil 112 metros, lo que, según Fiscalía, muestra un “dolo eventual” cuyo resultado fue la muerte de José Antonio.

* (Se pide a medios de comunicación NO plagiar las notas de Relatos Nayarit, por mínima vergüenza)

 

Tiburcio “N”, el individuo que la tarde del domingo 24 atropelló al motociclista José Antonio Martínez Flores y se lo llevó arrastrando desde la zona del campo de golf y el INFONAVIT Solidaridad hasta la entrada de la colonia Las Brisas por avenida Insurgentes, causándole la muerte, permanece en prisión preventiva de oficio, por una parte, y también prisión preventiva justificada, de acuerdo con la resolución de un juez de Control que conoció la formulación de imputación presentada por la Fiscalía General del Estado (FGE) en el Centro Regional de Justicia Penal en Tepic.

La medida cautelar de prisión preventiva se mantendrá mientras transcurre el juicio, aunque en una próxima audiencia se decidirá sobre la vinculación a proceso.

Este miércoles y por espacio de unas tres horas, el sujeto, que en noviembre pasado cumplió 77 años, escuchó la audiencia inicial en que su detención fue calificada de legal, y a continuación la imputación en que la agencia del Ministerio Público le atribuyó los delitos de daño en las cosas, el cometido por conductores de vehículos en estado de ebriedad, así como el de homicidio calificado.

De acuerdo con la explicación ministerial, si Tiburcio –que manejaba su automóvil Toyota Corolla color gris-, hubiera impactado al motociclista y se detiene, el asunto habría quedado como delito culposo, sin embargo lo arrastró mil 112 metros, lo que, añadió, muestra un “dolo eventual” cuyo resultado fue la muerte de José Antonio.

Una revisión al automóvil acreditó que se encuentra en buenas condiciones, incluido el freno.

Una agente ministerial que representó a la Fiscalía señaló que se produjo tormento a la víctima, con ventaja porque Tiburcio nunca estuvo en peligro, pero además trajo la versión de testigos que alertaron al sujeto para que se detuviera, que incluso lo siguieron y pitaban desde su vehículo, operación a la que se sumaron otras personas, al menos desde un taxi y una combi.

Un testigo señaló que José Antonio, de 30 años, por momentos intentó evitar que su cabeza golpeara en el suelo cuando era arrastrado, mientras hacía señas de auxilio, más sin embargo las múltiples lesiones le causaron la muerte.

El joven, que atendía un puesto de mariscos junto a su esposa, había montado en la motocicleta para cumplir un pedido.

A la causa penal fue anexado el video desde un automóvil que siguió a Tiburcio para alertarlo de que frenara, a lo que hizo caso omiso, así como dos videos del exterior de un negocio, uno de ellos del impacto y arrastre, y el otro de cuando continúa el arrastramiento.

Asesorado por su defensa particular, el jubilado por el ISSSTE y la Universidad Autónoma de Nayarit se reservó el derecho de declarar. Un abogado adelantó que en la próxima audiencia debatirá que en lo sucedido hubo un hecho, no dos como se imputó.

Así entonces, el debate se centró en las medidas cautelares que debían imponerse, citándose que Tiburcio habría indicado la costumbre de consumir Whisky o algunas dos cervezas cada semana, desde hace 50 años.

Luego de escuchar a las partes, el juez de Control resumió que la prisión preventiva de oficio la imponía respecto al delito de homicidio calificado que se imputó, pero rechazó que pudiera tratarse de una pena anticipada como señaló el defensor, mientras que la prisión justificada en cuanto a los otros delitos y considerando dos aspectos: el peligro de que Tiburcio se sustraiga de la justicia y el riesgo que representa para la comunidad, tomando en cuenta precisamente su comportamiento durante los hechos -además pasándose un semáforo- y luego de éste, cuando según testigos intentó subir nuevamente al carro para moverlo.

La agencia ministerial estimó que el sujeto podría alcanzar una pena mínima de 20 años, mientras el juez calculó que de darse una concurrencia de delitos la condena máxima oscilaría en 50 años.

Por su parte, el defensor particular hizo alusión al acta de nacimiento de Tiburcio, así como a estudios médicos que revelarían que está enfermo de cáncer y diabetes y que su estado es vulnerable, por lo que en su momento propuso que si llegara a imponerse la medida de prisión, ésta fuera en su casa en esta ciudad, a lo que la agencia ministerial respondió que si estuviera grave, entonces por qué se puso a consumir bebidas alcohólicas el domingo 24.

El juez consideró que los datos expuestos no evidencian que Tiburcio esté en etapa grave o terminal.

Originario de Michoacán, de playera en color tinto, el cabello alborotado, parecía como si el sujeto viniera saliendo de una cruda, después de la borrachera.

Un estudio de laboratorio arrojó que manejaba con grado etílico 3.

Agotada la esperanza de que podría ser puesto en libertad, ya fuera por su edad o por sus padecimientos, en algún momento Tiburcio realizó un gesto que causó molestia al juez:

- ¡Le pido respeto, señor!

- Mis respetos para usted –respondió, agregando que el movimiento en la cara se debía a una reacción por enfermedad.

Un policía estatal procesal estuvo en todo momento atrás de él, en vigilancia.

Finalizada la audiencia, se realizó el traslado de Tiburcio a la penal de Tepic.

 

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