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Jue, Abr

“Aquí no importan los partidos políticos, sino encontrar soluciones"

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* En la zona de inundación hay incertidumbre respecto a si se les apoyará para hacerse de nuevos muebles o reiniciar sus negocios, y hay miedo a que el fenómeno vuelva a presentarse.  

 

La casa de Martha Lilia Pinedo Herrera, en el fraccionamiento Canteras del Nayar, es la más cercana, a unos 50 metros, al lugar donde se unen el canal para agua de lluvias que pasa paralelo a la calle Sangangüey, y el canal que baja de toda la zona de Vistas de La Cantera. A unos metros de esa unión de aguas está la vía del tren, sobre un puente.

Durante la noche del jueves 21, Martha Lilia y su hijo de 11 años subieron por una barda hasta llegar al techo de una casa vecina, donde varias personas se concentraron ante la mayúscula inundación, entre ellas el reportero Manuel González “El Camaleón”.

Éste, comenta: “apenas pude abrir la puerta para salir; el agua ya me llegaba al pecho”.

En otras calles, más personas hicieron lo mismo. El agua entró a sus casas, alcanzando hasta más de un metro. Era tal, dice Martha Lilia, que apenas cabía por el puente de la vía. 

Y si bien se trató de una lluvia fuerte y de varias horas, su hermana Lourdes Pinedo se pregunta por qué antes no había sucedido una inundación así: “Algo hicieron que no quedó bien y ocasionó este desastre”.

La limpieza en las casas continúa la mañana de este domingo. Hay constante patrullaje de policías.

Con el paso de los días se percibe una incertidumbre por varios factores: no sólo se trata de superar el terror inmediato por el agua entrando a las casas, forzar las puertas para salir con niños en brazos, sino el miedo a que vuelva a presentarse otra inundación, además de preguntarse si tendrán apoyo para hacerse de nuevos muebles, porque el agua alcanzó todo.

En la casa de Martha Lilia, intentan secar un colchón acomodado sobre una barda. Pero muchos colchones y otros muebles ya son basura.

A las 11 de la mañana, una brigada del DIF municipal ofrece lonches en la primaria Francisco González Bocanegra. Decenas de personas se aproximan. Una señora de algunos 57 años rompe a llorar. Necesita ayuda profesional. Persiste el miedo por la dramática experiencia del jueves.

En la casa de Cerro de la Silla número 14, Olga Lidia Ibarra y su esposo Aarón Mejía se preguntan si recibirán apoyo para reiniciar el negocio familiar: una papelería y un ciber. El agua prácticamente acabó con todo, incluidas cinco computadoras. Esa noche no tuvieron tiempo más que para salir y refugiarse en el segundo piso de la casa de un familiar.

En la cancha de usos múltiples, varias personas ofrecen cientos de prendas de vestir a los afectados; es cuestión de que vayan por ellas.

El presidente municipal Polo Domínguez ha anunciado que solicitará al Gobierno del Estado que presente una solicitud de zona de desastre para recibir apoyos del Gobierno de la República.

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Lo sucedido en la zona de Vistas de La Cantera, pero especialmente en Canteras del Nayar y Del Sol, ha dejado el ingrediente de que, si bien se presentó una tormenta muy fuerte, también podrían evidenciarse negligencias.

Por un lado, se reclama que el canal que cruza entre Canteras del Nayar y Del Sol no fue limpiado, lo que correspondería al Ayuntamiento de Tepic, pero también se ha puesto el ojo en la avenida Aguamilpa, obra que realizó el Gobierno del Estado y que ha generado una mayor cantidad de agua en el citado canal, que antes no corría por ahí.

La calle Alejandrina, en Villas de La Cantera, se encuentra a un costado de avenida Aguamilpa; del otro lado está un Ley Express. 

Paralelo a la calle corre un canal y hasta antes de la construcción de la avenida, el agua proveniente de la zona donde están las canchas de la Asociación de Futbol del Estado de Nayarit (AFEN), cruzaba por debajo de un tubo grande y seguía a un costado de Ley.

Sin embargo, con la obra se decidió colocar dos tubos de menor capacidad y desviar el agua unos 60 metros hasta el citado canal que cruza entre Canteras del Nayar y Del Sol; es decir, éste canal empezó a recibir una descarga de agua que antes no tenía.

Ese punto, ventilado en redes sociales por el secretario municipal Rodrigo González Barrios, generó un choque con el diputado federal por el PRI Gianni Ramírez, ex secretario de Obras Públicas del Gobierno del Estado.

Lourdes Pinedo recuerda que durante la construcción de la avenida, “mucha gente les dijo que no conectaran esa agua para el canal de acá”.

En la calle Alejandrina, a unos 50 metros de la avenida –y aproximadamente a 500 metros de la casa de Martha Lilia Pinedo-, en la cochera de la casa de la señora Agustina Guzmán un albañil termina de levantar un muro de unos 40 centímetros. El carro familiar se quedará afuera, pero es lo de menos: hay miedo de que vuelva a entrar el agua.

¿Pero, por qué acá se presentó otra inundación, aunque de menor proporción?: el agua no cabía en los tubos que cruzan Aguamilpa.

Vecinas de esa calle, las señoras Yesenia Llanos y Lorena Salas coinciden: la avenida quedó bonita, pero el agua que baja de las partes altas es mayor a la capacidad de los dos tubos. Salas indica que le hizo ese comentario a Gianni Ramírez, que arribó a la zona con maquinaria para desazolvar el canal, pero el diputado federal no aceptó la crítica.

En la zona afectada, González Barrios cita que el gobierno estatal debe aceptar el error en esa tubería y proceder a realizar el cambio. Incluso, señala que posiblemente la parte baja de Canteras del Nayar y Del Sol no debieron destinarse para uso habitacional. Y es que, observa, decenas de casas están metros abajo del nivel donde pasa la vía del tren que, con excepción del citado puente, termina haciendo una presa.

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La señora Yesenia Llanos dice una frase que apunta a todos: “aquí no importan los partidos políticos, sino encontrar soluciones”.

Y es que más allá del apoyo solidario de muchos, aportando artículos y ayudando en la limpieza de las casas, hay un riesgo de que el fenómeno se vuelva a presentar. Y en los tres niveles de gobierno lo saben.

A lo lejos, bajo la vía del tren se divisa a funcionarios de la Comisión Estatal del Agua.

El agua, tras cruzar la vía continúa por un canal hasta el río Mololoa, pasando cerca de la empresa Sumitomo, que se inundó al igual que otros inmuebles de la zona.

Así, lo sucedido ha dejado un mensaje claro: se requiere una obra hidráulica que debe incluir precisamente ese último canal desde el Mololoa, para retirar cualquier tapón, y continuar en los canales antes mencionados.

Mientras tanto, las personas afectadas continúan, muchas de ellas, yéndose en las noches a casas de familiares. En el día regresan para seguir con tareas de limpieza. Necesitan mucho apoyo.

Hay miedo de que lo sucedido se repita. 

(Foto: Oscar Omar Verdín/relatosnayarit) 

 

 

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