* Abundantes las sospechas sobre el actuar de su pareja, Álvaro Calderón se efectuó un examen de genética y confirmó que no era el papá de una menor de dos años.
* La mujer acusada de tráfico de infantes se reserva declaración ante juez.
Álvaro Calderón Santana, pareja sentimental de Patricia Michelle Praiz Domínguez resultó clave para dar con el paradero de la niña Karla Guadalupe Ramos Ruiz, robada en octubre del 2011 en la zona del fraccionamiento Vistas de la Cantera, cuando sólo tenía dos años, en tanto que su mamá Ariana Lizeth fue asesinada cerca de Puerta del Sol, en Xalisco.
Evasivas por parte de Patricia Michelle o situaciones que no cuadraban aumentaron las dudas de Álvaro Calderón quien, sin que su pareja se enterara, se sometió a exámenes de laboratorio, de genética para verificar si efectivamente era el papá biológico de la niña, que tenían registrada con el nombre de Fernanda Michelle. Y el resultado confirmó sus sospechas: no era el papá.
Cuestionó a Patricia: “¿quién es el papá de la niña?”, pero la mujer de 32 años insistió que no había otro más que él.
Álvaro se entrevistó con Aramari Arteaga, la madrina de bautizo de la pequeña –la ceremonia religiosa se habría efectuado semanas después del robo- y ésta aceptó que jamás vio embarazada a su amiga. Las interrogantes de Álvaro sobre el antecedente de la niña fueron en aumento porque, según Aramari, en una ocasión viajando en un auto con Patricia por el fraccionamiento Aramara –donde ocurrió el “levantón” de mamá e hija- ésta le preguntó si se animaba “a matar a alguien”. En el coche llevaba una pistola.
Patricia registró a la niña en Jalcocotán, municipio de San Blas, justificando menor gasto que si hubiera realizado el trámite en Tepic.
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La declaración clave de Álvaro Calderón, leída este miércoles en audiencia pública por la secretario de acuerdos del Juzgado Primero Penal Silvia Rodríguez, indica que conoció a Patricia Michelle en el año 2010 y que se fue unos meses a vivir con él a Estados Unidos. Luego ella se regresó, supuestamente ya embarazada. Incluso vivió en una casa de la familia de Álvaro, en Xalisco. Él le enviaba dinero periódicamente y le compró un automóvil tipo Corsa modelo 2005.
Le hizo creer que tendrían hijos gemelos. Tiempo después, sin embargo, Álvaro supo que únicamente nació viva una niña, mientras que un hijo varón había muerto y Patricia decidió su incineración. Cuando regresó Álvaro, vio cenizas y hasta compró un nicho para depositarlas en el panteón Jardines de San Juan. Pero todo era falso.
Calderón regresó a Estados Unidos y, de nuevo, la misma historia: Patricia le avisó que otra vez estaba embarazada. Y luego que nació un niño, cuyas fotos le hacía llegar para que lo conociera.
Las dudas de Álvaro iban en aumento. Las sorpresas no terminaban. Supo que Patricia tenía otros hijos que vivían con su mamá, situación que él desconocía.
A partir del verano del 2013, nuevamente en Tepic, Álvaro inició su propia investigación. Y es que resultaba que no pudieron registrar al citado niño por falta del documento que confirmara su nacimiento. Patricia evadía darle explicación. Hasta que decidió someterse a estudios de genética, igual que la niña pero sin que Patricia se enterara. Y supo que no era el papá biológico.
La historia habría sido contada la semana pasada a funcionarios de la Fiscalía General del Estado, que continuaron la investigación de Álvaro. El asunto, la edad de la niña coincidía con la desaparición de Karla Guadalupe. Su papá Juan Carlos Ibarra fue sometido a un examen de genética y se confirmó el parentesco. Era la niña robada el 14 de octubre del 2011.
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Este miércoles en la audiencia, Patricia Michelle llevaba puesto un suéter verde. Al ser cuestionada sobre si rendiría declaración ante el Juzgado Penal, se reservó el derecho para hacerlo posteriormente por escrito. En dos momentos lloró, preguntando si “¿ya no me van a venir a golpear?”. Su abogado es el defensor público Juan Manuel Ramírez Dueñas, mientras que el agente del Ministerio Público que seguirá el asunto, como representante de la parte agraviada, es Carlos Francisco Sánchez Villela.
En una declaración ministerial, la mujer justificó que compró la niña a cambio de 15 mil pesos a una pareja, Carmen y Víctor, a quienes no conocía y nunca más ha visto. Carmen supuestamente le ayudó una vez en tareas del hogar.
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Patricia Michelle es acusada por el delito de tráfico de infantes, sin derecho a fianza. Seguramente la próxima semana le será dictado auto de formal prisión.
Sin embargo, la Fiscalía General del Estado continúa la investigación para conocer quiénes privaron de la vida a la mamá de Karla Guadalupe, y si el automóvil de Patricia es el mismo que participó en los hechos violentos del 14 de octubre del 2011. Uno de los testimonios leídos indica que el vehículo era conducido por una mujer y también viajaban dos hombres con cachucha.
Aquella tarde del 14 de octubre, una señora que cuidaba a otra hija de Juan Carlos y Ariana Lizeth, le pareció tarde para que la menor no fuera recogida. Entonces decidió llevárselas a su casa, en el fraccionamiento Aramara. Contó que por el camino vio tirada la carriola de la pequeña Karla.
El robo de la niña acababa de consumarse.
(Patricia Michelle en la audiencia judicial. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)