* Con facilidad se divulgan fotos y datos personales de quienes, incluso, quedan involucrados en delitos de manera accidental.
El accidente por todos conocidos, que ocurrió la madrugada del sábado y que involucró a un adolescente de 17 años de edad, no motivó comunicado alguno por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Si la decisión para no referirse al asunto de manera oficial fue porque se trata de un menor de edad, la Fiscalía General ahora estará obligada a medir con la misma vara otros casos que involucre a adolescentes. Ni una palabra.
En anteriores ocasiones, este reportero ha abordado el tema de la información que divulga la citada dependencia estatal. Y es que con frecuencia se ofrecen datos y fotografías de personas que fueron detenidas pero que su relación con algún delito puede ser circunstancial o donde no hubo intención para involucrarse.
Por ejemplo, la semana pasada se informó, con fotografía de por medio, la detención de una mujer de 29 años, relacionada con los delitos de daño en propiedad ajena y lesiones, a causa de un accidente vehicular.
La pregunta es si había motivo para ventilar desde la FGE el nombre y fotografía de la mujer –como un fichaje- después de participar en un accidente, es decir, en el que no tuvo la intención por cometer un delito ni conducía en estado de ebriedad o drogada, a diferencia de quien secuestra, asalta, comete fraude, roba, viola o mata de manera intencional, por citar algunos ilícitos.
La cobertura de un accidente vehicular es válida en los medios de comunicación, pero hay una diferencia entre presentar fotos en el lugar de los hechos, incluso de los conductores involucrados, a que las ventile una dependencia oficial como un fichaje.
Es decir, en la FGE bien podría tenerse un mayor cuidado sobre cuáles asuntos pueden ser informados a la opinión pública. Pero ventilar las fotos de personas que sin estar ebrias o drogadas de manera accidental se ven involucradas en un delito, concretamente los accidentes, no parece del todo correcto. Hay, se insiste, una diferencia entre quien sí comete un delito de manera intencional y otros que quedan involucrados sin pretenderlo.
De igual forma, no han sido pocos los hombres y mujeres, compradores de buena fe de algún vehículo, que terminaron siendo fichados tras alguna revisión de su carro en oficinas de tránsito, al detectarse alguna anomalía en la respectiva serie.
Con lo antes escrito no se pretende que se evite el hacer frente a un delito, sino que haya un mayor cuidado sobre la información con datos personales y fotografías que se divulgan de manera oficial.
Y es que ello podría desembocar en demandas.
(Exterior de la Fiscalía General. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)