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Mié, Abr

Condena: 30 años por secuestro de empresario y 30 por homicidio de 2 tránsitos

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* En casos diferentes, tanto el sinaloense Medel López como el zacatecano José Javier Rodarte se sometieron a un procedimiento abreviado, aceptando la responsabilidad en los hechos.

 

Al mediodía del lunes 20, Medel López aceptó emitir declaración sobre su participación en el secuestro de un empresario en Tepic, ocurrido el tres de noviembre del 2016: le tocó vigilar a la víctima mientras estuvo privado de la libertad.

Su declaración se produjo en una audiencia en la que aceptó su participación en el plagio, además de que se sometió a un procedimiento abreviado, pactado entre la representación de la Fiscalía General del Estado, su defensa pública y él, siendo condenado a 30 años de prisión. El acuerdo se pactó días antes de la audiencia.

El juez Rodrigo Benítez Pérez le dio una amplia explicación sobre su derecho a un juicio oral o bien, en este caso, le explicó del procedimiento abreviado que significaba aceptar el delito y la condena. Medel ratificó su disposición, contestando diversas preguntas para verificarse que lo hacía sin presión alguna.

Medel Alberto llegó a Tepic a finales de octubre, procedente de Culiacán. Dijo que un conocido lo convenció para participar en un secuestro y su tarea sería vigilar a la víctima. Le pagarían dependiendo del monto que se obtuviera.

Llegó en autobús a la central camionera y fue recogido por sus cómplices.

La noche del tres de noviembre, llevado el empresario a una casa de la colonia Betel, Medel Alberto y “El Parientito” se encargaron de la vigilancia. Les habían dejado una pistola calibre nueve milímetros. 

Esa noche, obligando a la víctima a ir con ellos, brincaron una barda de la casa y se internaron en el monte porque la policía realizaba un operativo en la zona, momentos después de ser reportado el secuestro. Allá comían, dormían. En una ocasión golpeó al empresario con el arma, en su intento por escapar. Contó que salía del escondite para comprar comida en alguna tienda, y que era compartida con el empresario.

Regresaron a la casa unos días después hasta que, el 10 de noviembre, policías estatales liberaron al secuestrado. “Parientito” consiguió escapar, pero Medel Alberto no. 

De unos 30 años de edad, el individuo señaló apodos y algunos nombres sin apellidos de al menos seis sujetos que integraron la banda delictiva, en su mayoría provenientes de Sinaloa. 

Además de los 30 años de prisión, se le impuso una multa equivalente a tres mil días de salario. 

En la audiencia, Medel aceptó contestar –el juez nuevamente le explicó su derecho a negarse a ello- un interrogatorio de la representación ministerial, detallando diversos aspectos del plagio. 

Un asesor de la víctima explicó al juez que, por la naturaleza del hecho, el empresario agraviado no había aceptado estar presente en la audiencia, pero reveló su voluntad para que se efectuara el procedimiento abreviado.

Otro sujeto, presumible líder del grupo, también está preso.

30 AÑOS POR MUERTE DE AGENTES DE TRÁNSITO 

De igual forma, la semana pasada se llevó a procedimiento abreviado el expediente 992/2016 relativo al asesinato de los agentes de Tránsito del Estado, Oscar Vizcarra Verdín y Marco Antonio Perales Aguirre, registrados al mediodía del sábado 17 de septiembre cerca de Aticama, municipio de San Blas.  

Presunto ex militar, José Javier Rodarte, proveniente de Zacatecas, aceptó en una audiencia que fue él quien disparó contra los agentes mientras se encontraban a bordo de una patrulla, lo cual desde el primer momento sostuvo la Fiscalía General del Estado, con base en declaraciones de familiares que lo acompañaban en aquella fecha.

A Rodarte se le impuso una condena de 30 años de cárcel, mientras que su hermano Apolinar y su amigo Misael Arias fueron condenados a dos años y ocho meses de prisión, por el delito de encubrimiento. Ambos tendrían derecho al beneficio de la conmutación para recuperar la libertad.

En una nota de este reportero del pasado 27 de septiembre, a propósito de una audiencia, varios testigos, familiares de José Javier, citaron que expresó la frase “nadie nos va echar a perder el día”, luego de que los patrulleros lo interceptaron en la carretera para solicitarle documentación del vehículo que manejaba. Los tres adultos habían ido a la playa con sus familias, incluido niños. Y allá en la playa se quedaron después de los asesinatos.

Rodarte –fue explicado-, confesó que tras el primer contacto con los agentes tomó el arma de su vehículo, regresó a la patrulla y disparó. 

** NO se autoriza la transcripción o copiar y pegar las notas de Relatos Nayarit a otros medios de comunicación.  

 

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