Sidebar

19
Vie, Abr

Un celular jubilado y una estrella blanca

Noticias
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

* El primero, ideal para llevarlo en la bolsa del pantalón, y la otra sigue ofreciendo un brillo especial en estos días.

 

Después de unos siete años de acompañarme en este oficio de reportero, de cientos de golpes por caídas, el domingo 12 pasó a jubilación mi celular.

El aparato, de siete por 14 centímetros, ideal para llevarlo dentro de la bolsa del pantalón, con frecuencia dejaba constancia de su irremediable agonía: había que borrar cosas para dar cabida a otras porque el espacio era cada vez menor, ya duraba mucho tiempo pegado al enchufe para recargar, o había que recoger la batería, la protección, después de cada golpe en el suelo.

Su muerte en definitiva fue presagiada muchas veces, pero salió airoso.

Aunque habrá quienes pudieran pensar que era limitado frente a aparatos modernos, jamás se rajó para seguir funcionando a mi servicio con fidelidad, pareciendo decirme, orgulloso, que fue creado especialmente para un tipo como yo, renuente a usar celular caro.

Hubo veces que desde su penúltimo aliento hizo un esfuerzo de resucitar frente a mis ojos cuando le retiraba fotografías, videos y archivos que en algún momento fueron consultados. Eso significaba aligerarle la carga, pero un día, agobiado de trabajo, de plano ya no soportó al Messenger y Twitter y no les dio cabida. Pronto me hizo acostumbrarme a ello.

Llegó a ser como un anciano que pide morirse porque no tiene más vida.

Ahora quiero dejar constancia que este celular con cicatrices y jubilado, con mica rayada, opaca, forma parte de mis reliquias.

Mientras yo viva no se irá a ninguna parte.

En éste celular, lleno de un singular poder, grabé en el 2017 las tantas horas de entrevista con el apreciado maestro Javier Germán Rodríguez Jiménez –ya fallecido- y que dieron vida al libro “Germán Rodríguez: Así lo Viví.”

Coincidentemente, un día antes, el sábado 11, pasaron por mis manos las luces navideñas colocadas en un árbol plantado hace más de 21 años.

No sería lo mismo si yo no podara ése árbol y si no colocara las luces.

En esa cálida tarea, por último acomodé en una pared externa una estrella blanca que ya no parpadea como en sus primeros años, pero continúa ofreciendo un brillo especial para estos días finales del 2021. Está combinada de rojo, azul, verde, naranja. 

Me dí cuenta entonces que esta estrellita es la única que se mantiene del grupo original de adornos navideños de las últimas dos décadas.

Es otra de mis reliquias.

Y finalmente, muchas gracias a los lectores de Relatos Nayarit en este 2021.

Que pasen una gran Navidad y un gran fin de año.

Gracias.

  

 

X

Right Click

No right click